Las mascotas, en este caso los perros, se han convertido en grandes compañeros de la vida de los seres humanos. No en vano los llaman " el mejor amigo del hombre”, aunque no es para todos, una cantidad importante de personas han convertido a los animales de compañía en parte de la familia.

Uno de los aspectos que ha cambiado para muchos es la alimentación, pues, además del concentrado que suelen consumir los perros, hay productos naturales que pueden suplir o acompañar el alimento.

Cabe resaltar que para alimentar a su mascota es fundamental la orientación de un especialista, pues cada animal es diferente y tienen sus necesidades únicas. Esto debe ser una prioridad porque dependiendo de lo que diga el veterinario, se puede incluir o no en la dieta.

Ahora, teniendo esto claro, el aceite de oliva aparece como un gran aliado para complementar la alimentación de los caninos pues este tienen numerosas propiedades que piden mejorar su calidad de vida.

Perro Maltés. | Foto: Getty Images

Los beneficios del aceite de oliva en la alimentación de los perros

De acuerdo con el portal Experto Animal el aceite de oliva tiene grasas saludables, omega 3 y vitamina E que pueden ayudar a las articulaciones y los músculos. Sin embargo, es necesario aclarar que se debe consumir de forma controlada pues puede tener efectos laxantes. De hecho, este aspecto lo convierte en un aliado para aquellos con problemas de estreñimiento.

En el mundo de los perros, este se puede utilizar para la regeneración de la piel de los animales, puede mejorar su transito intestinal y mejorar su apariencia, pues además de cuidar su piel, fortalece y le e brinda brillo al pelaje. Además, para perros mayores de 8 años este puede ayudar a proteger sus articulaciones.

Respecto a esto ultimo, el portal especializado en salud animal Anicura, expone que: “las articulaciones son las bisagras del cuerpo que permiten al perro caminar, saltar, mover la cabeza o la cola. Todas las partes del aparato locomotor dependen unas de otras para funcionar con normalidad. Sin unos huesos y articulaciones sanos, los músculos no pueden hacer su trabajo y el cuerpo pierde su movilidad”.

Perro Caniche Toy. | Foto: Bagata Photography

Además, explica que “los problemas de articulaciones se dan más comúnmente entre las razas más grandes. Algunas razones son que el periodo crítico de crecimiento es más largo en los perros grandes y que crecen muy rápido, y por este motivo son más propensos a sufrir problemas en el esqueleto, que se agravan si tienen sobrepeso y si hacen mucho ejercicio”.

“Para asegurar un óptimo desarrollo de los huesos y las articulaciones es necesaria una dosis adecuada de alimento de alta calidad con una cantidad de energía y contenido nutricional adaptado a las necesidades de la raza”, sentencia.

Los perros son mascotas fieles que hacen parte de muchas familias. | Foto: Getty Images

Asimismo, el mencionado portal especializado en salud animal expone algunos signos de alerta de los que puede estar atento y tomar las acciones necesarias:

  • Rigidez en los movimientos, especialmente después de la actividad física.
  • Dificultad para levantarse o para caminar después de descansar.
  • Disminución de los niveles de actividad y movilidad reducida.
  • Dificultad para saltar.
  • La piel tiene peor aspecto en aquellas áreas a las que no alcanza.
  • Muestra irritabilidad al palpar.
  • Evita el contacto.
  • Se reduce el apetito.

Por su lado, Experto Animal expone unas medidas para el consumo de este producto dependiendo del tamaño y del peso de las mascotas:

  • “Perros pequeños (10 kg) > 1/2 cucharita de aceite de oliva al día”
  • “Perros medianos (de 11 a 30 kg) > 1 cucharita de aceite de oliva al día”
  • “Perros grandes (mayores de 30 kg) > 1 cucharada y media de aceite de oliva al día”.

La idea es que el perro consuma este producto junto al alimento que come. Sea concentrado o comida Barf, este se agrega en alguna de las comidas o se divide. Esto depende de las veces que el perro coma, las cantidades y las costumbres.