La época de Navidad es un tiempo para unir a las familias y reconectarse con esos seres queridos con los que se había alejado por diferentes motivos. Esta temporada está llena de ciertos aspectos característicos que la hacen única e irrepetible.
Precisamente, uno de estos es la de dar regalos a los más cercanos, algo que prácticamente se ha convertido en toda una tradición, especialmente cuando se tienen niños pequeños en casa, ya que son ellos los que más disfrutan de este tiempo.
Por ello, es muy importante saber con exactitud qué tipo de regalos es mejor dar, algo que dependerá de distintos factores como por ejemplo los gustos de la persona. Sin embargo, también hay ciertas cosas que no son recomendables obsequiar, una de ellas son los animales.
Pese a que dar una mascota puede llegar a verse como un muy buen regalo, varios expertos y organizaciones se han mostrado en contra de ello, principalmente por el daño que se les puede hacer.
Una de las principales razones que exponen es que el animal se convierte en una responsabilidad que, en varias oportunidades, las personas no están preparadas para afrontar, especialmente si se trata de un niño o un adolescente. Una mascota requiere tiempo, atención, cuidado y dinero, por lo que se deberán sacrificar ciertas cosas para poder darle una buena vida al que se convierte en un miembro de la familia.
Cada animal es diferente dependiendo de su especie y raza, las necesidades variarán y por ello es indispensable analizar detenidamente este factor antes de tomar cualquier decisión. Esto será crucial para concluir si efectivamente este animal va de acuerdo con el estilo de vida de la persona a quien se lo piensa regalar.
Es un regalo que durará muchos años
Otro factor importante que se debe tener presente es que este obsequio irá más allá de la temporada de Navidad y de Año Nuevo. El animal se convierte en un compromiso de muchos años, por lo que podría cambiar radicalmente la vida del futuro dueño. En este punto es donde aparece el riesgo de que sean abandonados si es que la persona no está preparada para hacerse cargo.
El aspecto económico también se debe tener en cuenta, ningún animal es gratis, desde la comida diaria hasta las visitas al veterinario implican una inversión. Además, hay razas más propensas a desarrollar enfermedades crónicas que necesitan medicamentos y cuidados especiales, lo que genera que el gasto de dinero sea mayor.
Asimismo, es importante analizar si el lugar en el que vivirá la mascota es el más adecuado para que pase su tiempo. Los animales deben tener un lugar adecuado para dormir, comer, jugar y, en general, interactuar con su entorno. Dependiendo del tamaño, este espacio puede variar, pero hay que tener en cuenta que debe ser seguro y puede que requiera limpieza continua.
Es fundamental que antes de tomar la decisión de dar este tipo de regalos, sean analizados detenidamente los factores anteriormente mencionados y otros que ayuden a asegurar que el animal quedará en buenas manos y tendrá una vida digna, tal y como merecen todos los seres vivos.