Los gatos han sido animales de compañía populares durante siglos y su comportamiento a menudo intriga y desconcierta a sus dueños humanos. Una de las conductas más comunes y curiosas que los propietarios de gatos encuentran es cuando su felino amigo decide dormir sobre ellos.
Ahora bien, antes de adentrar en la razón detrás de los gatos que duermen sobre sus dueños, es esencial comprender algunos aspectos básicos del comportamiento felino. Los gatos son criaturas altamente independientes, pero también pueden ser cariñosos y sociales. Su comportamiento a menudo se guía por su instinto y su necesidad de sentirse seguros y cómodos en su entorno.
Los gatos son conocidos por ser animales territoriales y a menudo marcan su territorio frotando sus mejillas o rascando superficies. También son cazadores naturales y pueden pasar horas acechando presas imaginarias o jugando. Además, los gatos tienen ritmos circadianos únicos, lo que significa que son más activos durante ciertas partes del día y la noche.
Dicho lo anterior, el acto de que un gato elija dormir sobre su dueño es una conducta que puede parecer extraña, pero tiene una serie de razones detrás de ella.
Comodidad y calor
Los gatos son amantes del calor y a menudo buscan lugares cálidos y acogedores para descansar. El cuerpo humano tiende a generar calor, lo que convierte a un dueño en una almohada tibia y cómoda para un gato. El calor corporal de un humano puede ser especialmente atractivo para un gato en días fríos o durante las estaciones más frías del año.
Vínculo y afecto
Cuando un gato elige dormir sobre su dueño, puede ser una muestra de afecto y apego. Los gatos pueden sentirse más seguros y tranquilos cerca de sus dueños, y dormir sobre ellos puede ser una forma de fortalecer el vínculo entre el gato y su humano. Los felinos son conocidos por ser criaturas territoriales y consideran a su dueño como parte de su territorio seguro.
Seguridad y protección
Los gatos son animales instintivamente cautelosos y alertas, incluso cuando están durmiendo. Elegir dormir sobre su dueño puede brindarles una sensación de seguridad y protección. Al estar cerca de su dueño, se sienten menos vulnerables a los posibles peligros que podrían acechar en su entorno.
Marcar el territorio
Como se mencionó anteriormente, los gatos son animales territoriales y a menudo marcan su territorio frotando sus mejillas o patas. Dormir sobre su dueño puede ser una forma de marcarlos como “propiedad” del gato. Los felinos liberan feromonas a través de las glándulas en sus mejillas, lo que puede ayudar a reafirmar su lugar en la jerarquía del hogar.
Comodidad psicológica
Los gatos son criaturas de hábitos y rutinas. Si un gato ha desarrollado el hábito de dormir sobre su dueño desde una edad temprana, es probable que lo haga por comodidad y familiaridad. Para el gato, esta ubicación puede ser su lugar seguro y reconfortante para descansar.
Aprendizaje social
Los gatos son observadores y pueden aprender comportamientos y hábitos de otros gatos y seres humanos en su entorno. Si un gato ha visto a otros gatos o incluso a otros miembros de la familia durmiendo sobre su dueño, es posible que imite este comportamiento.
Finalmente, es importante recordar que cada gato es único y su comportamiento puede variar. Por ello, si el gato elige dormir encima, hay que tomarlo como un gesto de confianza y afecto. Sin embargo, si esto causa incomodidad o problemas para dormir, se puede proporcionar al gato una cama suave y cálida cerca para que también se sienta cómodo sin tener que dormir directamente sobre el dueño.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado en Semana