Un estudio publicado en el portal Scientific Reports definió las diferencias en el comportamiento de los gatos domésticos. Dicha diferenciación se calificó entre grupos lúdicos, agresivos e intermedios con el fin de ayudar a los propietarios a distinguir entre el juego y las peleas genuinas.

La investigadora Noema Gajdoš-Kmecová y su equipo analizaron 105 videos obtenidos de YouTube y directamente de los dueños de los animales, sumando las interacciones de un total de 210 felinos. Con base en las observaciones iniciales de los animales, los autores definieron seis categorías de comportamiento observables, que incluían lucha, persecución y vocalización, los cuales sirvieron para evaluar a los gatos restantes.

Los gatos se agruparon de acuerdo a la frecuencia y la duración de los comportamientos. En ese sentido, y por separado, cuatro de los autores revisaron los mismos videos y establecieron tres grupos para definir las interacciones entre los felinos: “de juego” (interacciones amistosas); “agonístico” (interacciones agresivas); e “intermedia” (una mezcla de comportamiento lúdico y agresivo).

El estudio subrayó que el 56,2% de los gatos fueron definidos con una actitud de juego en su interacción. Por su parte, el 28,6% se etiquetaron como agonistas y el 15,2% como intermedios.

Al comparar los grupos de comportamiento de gatos con los tres grupos de interacción definidos por los autores, encontraron que el comportamiento de lucha entre gatos estaba más estrechamente asociado con el grupo con actitud de juego, mientras que la vocalización y la persecución estaban asociadas con el grupo agonista, detalló Animals Health.

En tanto, el grupo intermedio -que contenía características de ambos- estaba más relacionado con el grupo lúdico que con el grupo agonista. Cabe destacar que el grupo intermedio mostró intercambios prolongados de comportamientos, como acostarse boca arriba, abalanzarse, acechar o acercarse y acicalarse unos a otros.

Finalmente, los autores de la investigación manifestaron que identificar una potencial tensión entre los gatos puede ayudar a los tenedores de estos animales a manejar la relación para evitar que sea necesario separarlos.

Un gato puede ser agresivo con otro cuando vive una serie de situaciones estresantes como mudanzas, visitas al veterinario o algún tipo de viaje. Otros factores son una inadecuada socialización, los conflictos que se originan en la organización del territorio, el dolor generado por determinada enfermedad o, simplemente, su instinto de caza felino ya que su naturaleza depredadora puede despertarse ante otro felino.

Además, la agresividad de un gato macho hacia otro del mismo sexo de detona también por cuestiones hormonales y se identifica fácilmente cuando hay una hembra en celo próxima.