Este virus se contagia a través de los fluidos corporales de un animal infectado hacia otro no infectado, es decir que los gatos pueden contagiarse al entrar en contacto con el virus por medio de la saliva, la orina, las heces, mordeduras y rasguños. Además, la leucemia felina puede transmitirse de una madre a sus crías durante el proceso de gestación y en la lactancia.

La leucemia felina es considerada una de las enfermedades más peligrosas para los gatos por el hecho de que su principal efecto es generar una inmunosupresión tras el contagio y su tasa de mortalidad es alta. Según el portal MSD Animal Health, entre 80 y 90% de los gatos infectados fallecen en un rango de 6 meses a 3 años luego de su diagnóstico.

Esto se debe a que el felino infectado es más propenso a contraer otras enfermedades y a generar cáncer en la médula ósea (leucemia felina), que luego puede transformarse en un cáncer de linfocitos. Según la misma fuente, estos dos tipos de cáncer afectan en torno al 15% de los gatos infectados por ViLeF.

Síntomas de la leucemia felina

El centro de estudios de salud Boehringer Ingelheim explica que una vez el animal ha resultado infectado, el virus se multiplica en el torrente sanguíneo y puede generar los siguientes síntomas:

  1. Fiebre y letargo.
  1. Pérdida de apetito.
  1. Adelgazamiento paulatino.
  1. Deterioro del pelaje.
  1. Inflamación en los ganglios linfáticos.
  1. Lenta recuperación de enfermedades corrientes.
  1. Anemia (esta se puede evidenciar si el gato presenta palidez en las encías y otras áreas mucosas).
  1. Problemas respiratorios y gastrointestinales.

Cabe resaltar que en algunos casos los gatos no presentan sintomatología, pero igual pueden contagiar a otros gatos. Debido a esto, es recomendable visitar periódicamente al veterinario para realizar las pruebas de sangre y la prueba ELISA (enzyme linked immune sample assay) para evitar contagios sin querer.

Adicionalmente, con el tratamiento adecuado y el diagnóstico temprano el gato puede vivir meses e incluso años. MSD Animal Health explica que esto se logra por medio de un tratamiento de soporte; en este el gato toma antibióticos para luchar contra infecciones, se reducen los escenarios estresantes y se aísla totalmente del contacto con otros felinos para evitar el contagio de otras enfermedades.

¿Cómo cuidar a los gatos de la leucemia felina?

La prevención de esta enfermedad se basa fundamentalmente en la inmunización durante los primeros meses de vida del felino y continúa durante todos los años de su adultez. Adicionalmente, para prevenir el contacto con fluidos corporales de otros gatos, es recomendable aplicar los siguientes cuidados preventivos:

  • Evitar que el gato tenga contacto con animales de compañía que no han sido vacunados.
  • Es preferible que, si hay más de un gato en el hogar, no compartan el bebedero por si alguno se contagia y no presenta síntomas.
  • Antes de recibir cualquier gato o de decidir tener una nueva camada es necesario realizar las pruebas pertinentes para diagnosticar la leucemia felina, para prevenir el contagio y propagación del virus, ya sea de madre a cría o de un gato a otro.
  • Tras una pelea entre gatos o cualquier escenario donde el gato haya podido estar en contacto con fluidos corporales de otros felinos, es importante realizar la pruebas pertinentes con acompañamiento de un veterinario.