El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) de Bogotá anunció que el pasado 25 de enero fue emitida la condena contra una comerciante de animales de la localidad de Teusaquillo. Esta es la segunda condena del año en la capital colombiana relacionada con casos de maltrato animal.
Durante mayo, julio y agosto de 2021 se realizaron varios operativos en los que fueron hallados un grupo de animales en condiciones de salubridad lamentables. Las autoridades encontraron cachorros de gatos y perros en mal estado de salud, uno de los cuales murió por un shock hipovolémico, enteritis hemorrágica y desnutrición.
Los animales, que iban a ser comercializados en deficientes parámetros de salud, fueron incautados por las autoridades. “Luego del rescate de estos animales, algunos superaron los procesos de recuperación clínica y comportamental, fueron resocializados y hoy se encuentran adoptados y en familias amorosas. Aunque esto cierra el ciclo de una manera adecuada, invita a evaluar la decisión de comprar un animal, un ser sintiente, que se encuentra bajo dudosas condiciones, desde la sobreexplotación de las madres hasta la permanencia de los cachorros en los establecimientos”, dijo Adriana Estrada, directora del IDPYBA.
En este sentido, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal presentó tres denuncias. Por tal razón, el juez procedió a unir los casos y finalmente falló judicialmente contra la comerciante por el delito de maltrato animal en conjunto homogéneo sucesivo, con una condena de nueve meses de prisión, seis meses de inhabilidad especial para el ejercicio de profesión, oficio, comercio o tenencia que tenga relación con los animales y una multa de dos y medio salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Los sobrevivientes
En el marco de las incautaciones realizadas destaca la historia de Terra, una gata que presentaba secreción ocular, condición corporal baja y había sido destetada de forma precoz. Otros de los animales rescatados durante el operativo vivían sin agua, no tenían comportamientos naturales y se les restringía el acceso a la ventilación y a las superficies de descanso, entre otras condiciones crueles.
“A pesar de haber sufrido maltrato, explotación y una grave enfermedad después de ser rescatada, Ágatha es un ser profundamente dulce y agradecido, goza de buena salud y tiene un hogar y una familia en donde nunca volverá a sufrir”, dijo la adoptante de Terra, ahora rebautizada como Ágatha.
“Desde el IDPYBA se eleva un agradecimiento a las entidades que participaron en los operativos, así como a la Fiscalía General de la Nación y su grupo Gelma por acompañar este proceso que finalmente llevó al fallo judicial. Y especialmente a la ciudadanía que puso en conocimiento estos hechos tan lamentables, pues también sufrieron las enfermedades y fallecimientos de los animales que habían adquirido para que fueran parte de sus familias”, concluyó Adriana Estrada.
En este contexto, el IDPYBA instó a la ciudadanía para que adopte, evitando así la compra y detener el negocio que hiere a estos animales. En la Unidad de Cuidado Animal están abiertas las puertas todos los días para los procesos de adopción.