Hoy en día la mayoría de animales de compañía llevan una dieta balanceada a base de concentrado. Este les aporta los nutrientes básicos y hay múltiples opciones en el mercado para satisfacer las necesidades específicas de cada gato o perro. Pero también, hay alternativas para alimentarlos, como la dieta B.A.R.F. (Biologically Appropriate Raw Food), que se centra en productos crudos y no procesados.

Sin embargo, en la ciencia veterinaria aún hay muchas discusiones sobre la dieta adecuada para los animales de compañía. Por un lado se argumenta que ellos ya no están acostumbrados a comer alimentos crudos, por lo que la dieta B.A.R.F. podría no aportarles los nutrientes necesarios. Mientras que el contraargumento es que el concentrado puede ser dañino a largo plazo, pues no deja de ser un alimento procesado al cual se le añaden conservantes y otros aditivos.

Al final, la decisión de qué dieta es mejor para cada animal de compañía depende del dueño y los consejos de su veterinario. Aunque sí hay alimentos que pueden complementar la dieta a base de concentrado, especialmente para aumentar la ingesta de fibra, proteína y antioxidantes.

¿Qué pueden comer los perros y los gatos?

Aunque hay alimentos que son tóxicos para los animales de compañía -como el chocolate- hay otros que aportan beneficios. Las carnes y proteínas pueden ser agregadas a su dieta, siempre que no tengan huesos o espinas con los cuales se puedan atragantar. Estos son los alimentos que los perros y gatos pueden comer sin ninguna contraindicación:

Alimentos permitidos para perros:

  • Carnes: lo ideal es que las carnes sean cocinadas sin sal ni condimentos, es necesario que no tengan espinas o huesos y que no estén fritas. Las mejores para darle a los perros son: pollo, pavo, cerdo, cordero, salmón, sardinas, atún o arenque. Adicionalmente, también es posible darles huevos cocidos desde que no tengan sal u otros condimentos.
  • Verduras: la zanahoria, la calabaza, las arvejas o guisantes, la espinaca, el apio, la lechuga y el repollo aportan fibra, vitaminas (A, B, C, E y F) y tienen propiedades antioxidantes, diuréticas, antiinflamatorias y digestivas. Antes de darle estos vegetales a los perros es necesario lavarlos y cortarlos finamente para evitar asfixias.
  • Frutas: la pera, el melón, la manzana, el melocotón y las fresas son frutas que se pueden añadir a la dieta de los perros. Estas aportan fibra, vitaminas (A y E) y algunas tienen propiedades antioxidantes y digestivas. Para que un perro las consuma es necesario retirar la cáscara y las semillas.
  • Otros: el arroz, la mantequilla de maní y el aceite de oliva también son alimentos que los perros pueden consumir de diferentes maneras en sus dietas diarias.
  • Con moderación: la piña, la sandía, el plátano, el queso, los tomates, el brócoli, los arándanos y el pan. Estos alimentos pueden añadir nutrientes a la dieta de los perros y su sabor los hace un premio adecuado en algunas ocasiones, sin embargo si el perro las consume en exceso pueden presentar problemas digestivos o puede elevar su nivel de azúcar.

Alimentos permitidos para gatos:

  • Carnes: lo ideal es que sean cocidas, para evitar la transmisión de enfermedades, que no tengan huesos o espinas y las partes más grasas se deben evitar. Las mejores carnes para agregar a la dieta del gato son: el pavo, la ternera, el pescado blanco y el pescado azul (la trucha, el salmón y el atún).
  • Verduras: la zanahoria, el brócoli, la acelga, el pepino, las arvejas, la remolacha y la lechuga son los vegetales ideales para la dieta de un gato, pues ayudan a que tenga un alto nivel de antioxidantes y mejora la calidad ósea. Antes de dárselos es necesario lavarlos, retirar todos los tallos y hojas y triturarlos para evitar que el gato se atragante.
  • Con moderación: papa, tomate, yogur natural, aceite de oliva, frutas (sandía, pera, fresas, arándanos y frambuesas) y la pechuga de pavo. Estos alimentos pueden añadir nutrientes a la dieta de los gatos, pero si las consumen en exceso pueden presentar problemas digestivos y las frutas tienen un alto nivel de fructosa por lo que su consumo debe ser reducido.

Hay que recalcar que estos alimentos son complementos para la dieta de cada animal y que también hay algunos peligrosos para los perros y los gatos, como el chocolate o la cebolla.

Además, para lograr una dieta balanceada es necesario tener en cuenta que la cantidad de alimentos que se da a cada animal depende de su raza, su nivel de actividad física, su estilo de vida y sus necesidades particulares médicas.

Una buena forma de identificar la porción adecuada es revisando la información nutricional que cada paquete de concentrado tiene, incluyendo los snacks masticables y otros productos alimenticios. Además, también es posible añadir suplementos, pero siempre es necesario consultar con el médico veterinario antes de realizar un cambio en la dieta de un perro o un gato.