El sobrepeso y la obesidad afectan en promedio al 25% de los perros y su prevalencia ha aumentado en los últimos años. De hecho, en diferentes naciones del mundo se ha identificado que, en cifras, la obesidad canina es similar a la de los humanos.

En ese contexto, una revisión científica recientemente publicada en el portal Frontiers destacó que la inflamación crónica de bajo grado explica, en alguna medida, cómo la obesidad tiene numerosas consecuencias negativas para la salud de los perros.

“Esto es bien conocido y entendido, y estudios recientes han señalado la asociación entre la obesidad y la predisposición a tipos específicos de cáncer y sus complicaciones”, apuntó el estudio.

La investigación también añadió que al igual que la obesidad, la prevalencia de cáncer en perros se incrementó en las pasadas décadas. El cáncer es una de las principales causas de muertes para estos animales.

“Del mismo modo, los intensos avances tecnológicos en el campo de la medicina humana y veterinaria han optimizado los métodos terapéuticos existentes, llevando al desarrollo de tratamientos innovadores y acortado el tiempo de diagnóstico del cáncer”, explicaron los autores de la revisión científica.

Los investigadores descubrieron los posibles mecanismos fisiopatológicos que vinculan a la obesidad y la carcinogénesis; además del potencial para controlar el cáncer en animales utilizando los conocimientos existentes, según detalló el portal Animals Health.

“Dado que se ha encontrado una relación entre la obesidad y el cáncer tanto en humanos como en perros, es razonable proponer que evitar la obesidad o tratar a los perros obesos con pérdida de peso podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer”, subrayó el estudio.

En cuanto al tratamiento de dichos problemas en la salud de los canes, un estudio de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign descubrió que los perros con sobrepeso responden bien a una dieta rica en proteínas y fibra.

En tanto, un artículo publicado por la revista digital Cell Metabolism indicó por qué los labradores son la raza con mayores índices de obesidad a lo largo de los años. Según los resultados, el aumento de peso de esta raza ocurre por la eliminación del cromosoma 14 bp, que afecta la producción de la proopiomelanocortina (POMC).

La POMC es la encargada de activar la producción de diferentes hormonas (β-endorfina y β- MHS) responsables de controlar el peso corporal, el apetito y la adiposidad. Cuando estas hormonas no se producen, los perros no tienen la capacidad de controlar su apetito y, en ese sentido, son más propensos a acumular grasas en el cuerpo.

Cabe resaltar que esta mutación también puede ocurrir en otras razas, pero los labradores son lo que tienen mayores probabilidades de afectación. Ahora bien, la posibilidad de mutación en otros perros aumenta si el animal fue criado específicamente para ser un canino de compañía o asistencia.

De hecho, esta última fue una de las conclusiones más importantes del estudio: la mutación genética del cromosoma 14bp es más prominente en aquellos perros que son animales de compañía y estos, en su mayoría, son labradores retriever.