Una investigación reciente del Royal Veterinary College (RVC) analizó en profundidad la rotura del ligamento cruzado craneal (LCC) en perros del Reino Unido, así como los mejores tratamientos para manejarla clínicamente. En el estudio también se determinó cuáles son las razas más propensas a sufrir esta lesión.
El estudió puntualizó que la mayoría de los casos se caracterizan por una degeneración gradual del ligamento cruzado, lo que se traduce en un constante dolor y cojera en el animal. La investigación, dirigida por el programa VetCompass del RVC, se llevó a cabo con la participación de 1.000 canes con rotura de ligamento cruzado craneal y una selección aleatoria de otros 500.000 perros sin dicha lesión.
En ese sentido, la investigación encontró que las razas con mayor riesgo de sufrir una rotura de LCC eran los rottweiler (x3,66 veces de riesgo), bichón frisé (x2,09), west highland white terrier (x1,80) y los golden retriever (x1,69). En tanto, las razas con menor riesgo fueron los cockapoo (x0,26), chihuahua (x0,31), shih-tzu (x0,41) y el pastor alemán (x0,43).
Los hallazgos de la investigación destacaron que los canes que pesaban más de 20 kilos tenían mejores probabilidades de recibir tratamiento quirúrgico, mientras que los perros mayores de 9 años y aquellos con cierto problema clínico importante en el momento del diagnóstico de rotura del LCC eran menos tolerantes a recibir algún tipo de intervención quirúrgica.
A su vez, el estudio advirtió que la edad promedio en la que se diagnostica la rotura de LCC es de 7,4 años, por lo que este tipo de lesión ocurre principalmente en perros de mediana edad o mayores.
“Este estudio ha abordado de manera sólida los factores de riesgo para el diagnóstico y manejo de la rotura del ligamento cruzado en perros. Los factores que afectan la decisión de tratar quirúrgicamente o no a los perros con rotura del ligamento cruzado ahora son más claros y se está trabajando en el futuro para abordar los resultados clínicos de esta decisión”, manifestó Camilla Pegram, estudiante de doctorado de VetCompass en el RVC y autora principal del estudio.
Por su parte, Dan O’Neill, profesor asociado de epidemiología de animales de compañía en el RVC y coautor del artículo, apuntó que “después de siglos de remodelación por parte de la humanidad, los perros ahora pertenecen a más de 800 razas distintas y reconocibles, cada una con su propio patrón único de salud y enfermedad. Este nuevo estudio ayuda a los propietarios de razas como rottweiler, bichón frisé y west highland white terrier a comprender que una cojera repentina en una pata trasera podría indicar una rotura del ligamento cruzado que necesita atención veterinaria urgente”.
Según la American College of Veterinary Surgeons (ACVS), el 60% de los perros que sufren de una ruptura de este tipo en una sola rodilla, desarrollarán la misma condición en la otra. Adicionalmente, si no se trata a tiempo, la ruptura del ligamento puede evolucionar a artritis en la articulación. Por esto es importante seguir las recomendaciones de tratamiento de los veterinarios.
Además, el sobrepeso y la falta de actividad física son factores que aumentan el riesgo de que un perro desarrolle esta lesión. Por lo tanto mantener una rutina de ejercicio y cuidar la alimentación del animal de compañía son las principales recomendaciones de cuidado para evitar una ruptura del ligamento cruzado craneal.
Finalmente, Anna Frykfors von Hekkel, profesora de Cirugía de Pequeños Animales en el RVC, expresó: “este estudio ayuda a confirmar las sospechas que hemos tenido en la clínica, con el reconocimiento de que razas como west highland white terrier y rottweiler tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de LCC. Ofrece una visión valiosa de cómo se maneja a estos pacientes en la práctica general y los factores que podrían influir en esa decisión desafiante”.