A comienzos de esta semana, la senadora Andrea Padilla denunció que en el Instituto Distrital de Protección Animal de Bogotá (IDPYBA) se ha evidenciado una contratación excesiva para los trabajos administrativos.
Padilla remarcó que en el Instituto Distrital de Protección Animal “hay mucha corbata y poca calle” y añadió que de los 391 contratos de prestación de servicios que se suscribieron a septiembre de este año, el 36,5% fueron para tareas administrativas, entre otras. Dichos procesos contractuales están a cargo de la Subdirección de Gestión Corporativa que, a la fecha, tiene 143 contratos.
Además, destacó la legisladora, de los contratos adicionales proyectados en el plan de adquisiciones, el 64% corresponde a esta área. Allí están, también, los honorarios más altos de la entidad y los grupos de trabajo con más gente. A su vez, el contrato de un asesor de la subdirección corporativa puede ser tres veces mayor que el de un veterinario de la subdirección de fauna, que es quien recorre las calles atendiendo a los animales.
En ese sentido, Padilla afirmó que el valor del recurso humano de esta área (Subdirección de Gestión Corporativa) cuesta 6.695 millones de pesos, es decir, el 43% del total de los contratos de prestación de servicios del IDPYBA. La senadora también aseguró que el grupo de gestión documental tiene 10 personas, igual que el que atiende los casos de animales sin hogar, y es superior al de Urgencias Veterinarias, que solo cuenta con ocho trabajadores.
Padilla añadió que los valores de los contratos de la Subdirección de Atención a la Fauna son menores que los de la Corporativa, y las adiciones presupuestadas son insuficientes. Además, la Subdirección de Cultura tiene 43 contratistas: 35 para educación y ocho para investigación. Pese a esto, expresó la senadora, “su trabajo no se ve. No hay campañas en las calles, no hay impacto en la gente”.
En relación a estas denuncias, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal destacó que cada uno de los procesos que se ejecutan son “fundamentales para la operación de una entidad pública’'. El IDPYBA subrayó que la Subdirección de Atención a la Fauna y la Subdirección de Cultura Ciudadana y Gestión del Conocimiento son “misionales para la entidad” y, en consecuencia, tienen la mayor distribución del presupuesto destinado.
“Es necesario dar un parte de tranquilidad frente a la capacidad de atención con la que cuenta la entidad para los programas de atención a la fauna, resaltando que los equipos priorizan las visitas de acuerdo con un triage que se establece a partir del reporte ciudadano y que el 80% de la contratación de esta Subdirección corresponde a atenciones en campo”, aseguró Óscar Jiménez, subdirector de Atención a la Fauna del IDPYBA.
“Nos debemos a nuestro talento humano para atender a los animales más vulnerables en Bogotá, distribuyendo siempre de la mejor manera posible los recursos en razón a las estadísticas y datos arrojados por nuestros programas y por los procesos de investigación que se adelantan desde la Subdirección de Cultura para la toma de decisiones en política pública”, añadió Jiménez.
Sobre el programa de Urgencias Veterinarias que, según la entidad, opera 18 horas diarias y durante toda la semana, los casos considerados como riesgo vital son atendidos de inmediato.
En cuanto al Escuadrón Anticrueldad, el IDPYBA apuntó que se realiza una valoración de la gravedad del caso reportado con base en las evidencias aportadas por la ciudadanía, para optimizar y atender aquellos casos de mayor urgencia o en donde la vida del animal se encuentra en riesgo inminente.