Hacía tiempo que Andrés Garcés buscaba el remedio para curar a Congo. Había visitado varios veterinarios que le recetaron a su golden retriever antibióticos para la erliquia, una enfermedad transmitida por la mordedura de las garrapatas y que afecta el sistema inmune.
Todo en vano hasta que visitó un veterinario alternativo que le cambió la dieta al animal y, en poco tiempo, recuperó su salud y el brillo del pelo. “Como en el mercado no encontré lo que necesitaba, lo creé,” dice Andrés. En 2014 nació WowCan, un emprendimiento de comida a base de pollo y res, mezclado con carbohidratos y verduras “de la mejor calidad y sin conservantes”, agrega.
En 2020 apareció el coronavirus y muchos negocios cerraron en medio de largas cuarentenas. “No fue el caso de WowCan. Podíamos trabajar porque vendemos productos esenciales para mascotas y en ese momento vimos un incremento importante en las ventas”.
Como Andrés, Sara Gómez vio cómo su negocio se multiplicó cuando llegó el covid-19. Su emprendimiento, Fedelé, una tienda de accesorios personalizados para mascotas, nació hace 9 años luego de que Gastón, un perro adoptado de Cali, viajó a Medellín para alegrarle la vida a ella y a su familia.
Sara fue la primera en sacar placas de identificación personalizadas en acrílico para perros, y ahora le vende a una comunidad de más de 100.000 seguidores en Instagram diferentes productos para los “hijos perrunos”, incluyendo pañoletas, collares y pecheras.
Aunque dice haber crecido cada año desde su entrada al mercado, en 2013, con el coronavirus la empresa aumentó un 200 por ciento las ventas a través de su canal digital. “A pesar de que me tocó cerrar la tienda física durante la pandemia, mi comercio online se disparó”, explica.
Fedelé y WowCan son algunos de los emprendimientos que lograron capturar la oportunidad que representó el boom de las mascotas durante la pandemia.
Aproximadamente, el 43 por ciento de los hogares colombianos tiene al menos un perro o un gato, según datos de Fenalco, y durante la pandemia hubo récord de adopción de mascotas en Colombia. Muchas personas encontraron así un antídoto para hacer frente a la ansiedad y la depresión que la crisis generó.
Estudios demuestran que el vínculo cercano entre las personas y sus mascotas trae beneficios para la salud como la disminución de la presión arterial y de los niveles de colesterol. Además, mitiga la sensación de soledad, aumenta las oportunidades de hacer ejercicio, y promueve actividades al aire libre y de socialización.
Su relevancia los ha convertido en un miembro más del núcleo familiar. Esto ha dado pie a un sinfín de industrias alrededor del pet care: pastelerías para mascotas, peluquerías y hoteles pet-friendly, guarderías, asientos de seguridad para el carro, difusores antiestrés y hasta psiquiatras caninos. Todos son negocios que hoy florecen alrededor del mundo de las cuatro patas.
“Ya no son solo las mascotas de la casa, son como hijos que se tienen en cuenta para todo”, dice Daniela Mejía, dueña de Petcrew, un emprendimiento que ofrece guarderías para perros en hogares, con personas cuidadosamente seleccionadas y verificadas para hacerse cargo de los animales cuando sus tutores no están.
“La gente se preocupa porque la alimentación de sus perros sea natural y saludable, les hacen controles en el veterinario, les compran accesorios y también se preocupan por dejar los al cuidado de los mejores cuando ellos no están,” dice la emprendedora.
Angie Salcedo, cofundadora de Mava Pets, fabricantes de camas para mascotas, dice que como pasaría con un hijo, los “peluditos deben sentir el amor de la familia”. Cuando llegó a su casa, Ted, su perrito adoptado, estaba flaco y asustado. Como no tenía donde dormir, Angie se inventó una cama para que durmiera cómodo y caliente. “Si nosotros dormíamos bien, también queríamos que él lo hiciera”, recuerda.
Ese día encontró su pasión. Durante la pandemia vendió tres veces más de lo normal “porque las personas les estaban dedicando más tiempo”. Una cama de Mava Pets puede costar entre 150.000 y 400.000 pesos.
Los dueños no escatiman en gastos. El 28 por ciento gasta en Colombia, en promedio, entre 190.000 y 374.000 pesos en un mes, mientras que un 17 por ciento invierte entre 560.000 y 745.000 pesos en el mismo periodo de tiempo, según un estudio de Kantar Ibope Media.
Colombia es uno de los países de Latinoamérica que lideran el sector pet care, con un crecimiento anual del 13 por ciento.
Juan Pablo Perea y Nicolás Forero, de Selvaggiopets, no han desaprovechado esta oportunidad. Su producto estrella son chaquetas impermeables para perros. Su emprendimiento nació en plena pandemia. Rápidamente descubrieron que era un negocio atractivo.
“Este mercado ha estado en crecimiento dos o tres años y dicen los expertos que va a seguir creciendo”, señala Perea. Los ‘empetsarios’ están encontrando oportunidades lucrativas en una industria que sigue creciendo y que les permite a los dueños de mascotas consentir y suplir las necesidades de sus hijos caninos y felinos.