La Universidad de San Pablo (USP) de Brasil realizó un estudio con cerca de 670 perros de diferentes razas y mestizos con el objetivo de definir si la agresividad de los canes está influenciada por su genética y las características del propietario.
Los investigadores determinaron que los perros que salen de paseo todos los días con sus tenedores tienden a ser menos agresivos. Otro detalle interesante que señaló la investigación es que los perros de las mujeres ladran menos a los extraños y que los que tienen mayor actividad física tienden a ser menos desobedientes.
A su vez, los perros como los pugs, bulldogs, shih tzus y otras razas braquicéfalas pueden tener peor comportamiento que los de hocico normal y largo, como por ejemplo los golden retrievers o los perros mestizos, añadió el estudio.
El texto, publicado en la revista Applied Animal Behavior Science, hizo énfasis en las correlaciones entre la agresividad y los factores morfológicos, ambientales y sociales en los perros.
Los autores subrayaron que la agresividad viene tanto de los rasgos físicos como el peso y la morfología del cráneo. También hay que tener en cuenta factores sociales y ambientales como la casa en donde viven, la historia de vida del animal, el sexo y la edad del propietario.
Los hallazgos confirmaron la hipótesis de los investigadores en la que se cree que el comportamiento no solo se aprende o está influenciado por la genética, sino que también es el resultado de una interacción constante con el medio ambiente.
“Los resultados destacan algo que hemos estado estudiando durante algún tiempo: el comportamiento surge de la interacción entre el animal y su contexto. El entorno y la relación propietario-mascota, así como la morfología, son factores que influyen en cómo los animales de compañía interactúan con nosotros y cómo interactuamos con ellos”, dijo Briseida de Resende, autora del artículo y docente del Instituto de Psicología (IP-USP).
En el estudio, que se llevó a cabo durante la pandemia, los propietarios de los 665 perros completaron tres cuestionarios sobre ellos mismos, las características de sus mascotas, el entorno en el que vivían y cualquier comportamiento agresivo, como ladrar o atacar a extraños, detalló el portal Animals Health.
“Se descubrió que el género del propietario es un buen predictor del comportamiento hacia los extraños, en el sentido de que la ausencia de agresividad fue un 73% más frecuente entre los perros de las mujeres”, agregó Flávio Ayrosa, otro de los autores del artículo.
El sexo del animal de compañía también podría se un factor que determina la agresividad. “La probabilidad de un comportamiento agresivo hacia el propietario fue un 40% menor entre las hembras que entre los machos”, indica Ayrosa, destacando que “la longitud del hocico fue aún más significativa: la agresividad hacia el dueño era un 79% más probable entre los perros braquicéfalos que entre los mesocefálicos”, puntualizó Ayrosa.
El estudio concluyó que en la medida que un perro es más pesado tiene menos chances de ser agresivo con su propietario. “Rasgos como el peso, la altura, la morfología craneal, el sexo y la edad influyen en la interacción entre los perros y su entorno. Es posible que pasen más tiempo dentro de casa debido a ellos, por ejemplo”, manifestó Flávio Ayrosa.
Otro estudio de la Universidad de San Pablo también determinó que los perros braquicéfalos son más propensos a sufrir malformaciones. “Existen serios problemas de salud intrínsecos a la conformación, principalmente atribuidos a estas características extremas”, indicó la investigación en la que se analizaron los historiales clínicos de las perras gestantes que acudieron al Servicio de Obstetricia y Reproducción Animal (SORA) entre el 2017 y el 2021.
En dicho estudio se analizaron 768 neonatos nacidos de 168 camadas. De estas, el 72,6% (122 de 168) fueron braquicéfalas.
Los investigadores descubrieron malformaciones en 52 cachorros, con una incidencia del 6,77% (52 de 768). De las camadas que produjeron cachorros con malformaciones, 28 fueron braquicéfalos (87,5%).
A su vez, se contabilizaron 23 tipos de malformaciones. Las más comunes de todas eran el paladar hendido con un 1,3% y la anasarca con un 1,17%. Este último es el término utilizado cuando después de un nacimiento, ya sea por parto natural o por cesárea, el cachorro presenta una edematización generalizada.