Este olor característico, muy similar a los Maizitos o a los Cheetos, en las patas de los perros es totalmente normal. De hecho, es consecuencia de una acumulación en sus patas de unas bacterias llamadas pseudomonas, que se alimentan del sudor que producen los perros y se alimentan del mismo para continuar con su ciclo de vida.
La presencia de las bacterias pseudomonas y proteus en las patas de los perros no son peligrosas, pues se pueden encontrar en casi todas partes y los perros las “recogen” del suelo. A esto se le suma que las patas de los perros son ambientes ideales para el crecimiento de estas bacterias, pues la mayoría de sus glándulas de sudor se encuentran en las almohadillas de sus extremidades. Esto quiere decir que, sin importar qué tan aseado sea el perro, el olor que evoca a los Maizitos siempre estará presente en sus patas.
¿Es bueno olerle las patas a los perros?
Es ideal olerle las patas a los perros de vez en cuando, pues si el olor cambia puede significar que hay una infección u otro problema en la piel de los perros. Si el olor ya no es similar a los Maizitos sino que es más fuerte y desagradable, es mejor visitar al veterinario para realizar un chequeo.
Además, si un perro lame sus patas de manera constante puede significar que hay algo que le incomoda, como una alergia o irritación en las almohadillas, lo que podría ser resultado de haber paseado al perro en pavimento caliente o sobre sustancias irritantes.
¿Cómo cuidar las almohadillas de las patas de los perros?
Para evitar infecciones y malos olores en las patas de los perros hay dos momentos de suma importancia: el paseo y el baño.
En el paseo se debe prevenir que las almohadillas de sus patas se lastimen o que se ensucien con sustancias irritantes. Ponerle botas especiales para cuando pasee sobre pavimento muy caliente previene quemaduras leves en sus almohadillas. Además, entrenarlos para que sigan órdenes es ideal para evitar que corran sobre terrenos desconocidos donde pueden haber objetos cortopunzantes o simplemente hierbas irritantes.
Por otro lado, el baño previene los malos olores, pero debe ser como máximo una vez cada 3 semanas o una vez al mes; en algunos casos puede ser cada 3 o 6 meses. Según el blog de Purina, esto depende de la raza, tamaño, pelaje y rutina del perro. En ese momento se debe limpiar y secar adecuadamente entre cada almohadilla y se puede cortar el pelo que crece en esta zona para evitar que se ensucien con más facilidad.
Otras recomendaciones para el baño
- Usar champú especial para el pelaje y la piel del perro. Si no se cuenta con este producto, utilizar jabón líquido para platos, que no es dañino para ellos y elimina la grasa y suciedad de su pelaje.
- Retirar por completo cualquier producto de limpieza para evitar irritaciones en la piel del perro.
- Secar todo el pelaje de con toallas y con un secador de pelo para evitar el crecimiento de hongos o bacterias.