Al igual que los seres humanos, el pelo en los perros representa su estado de salud y por lo general, cuando una mascota comienza a perderlo y no lo recupera, es un signo de alerta de que algo está pasando con su salud.
De hecho, se dice que un pelo fuerte y brillante es significado de que un perro se encuentra bien alimentado y su cuerpo está saludable; en cambio, un pelo opaco y sin brillo indica la carencia de un buen cuidado y una suplementación alimenticia.
El portal web UnComo explica que normalmente los perros mudan su pelaje al menos dos veces por año y este se renueva. Lo que puede generar gran preocupación es que cuando mudan su pelaje, crece y se cae con mayor frecuencia o cantidad, hasta el punto de presentar calvicie o pérdida de pelo en zonas concretas, como la panza o en el pecho. Entre las causas más comunes de este problema son las siguientes:
- Desequilibrios hormonales.
- Problemas nutricionales o alimentación deficiente.
- Alergias.
- Estrés.
Respecto a los problemas nutricionales, pues puede que la comida que se le está dando al can no sea la más adecuada para él, no sea de una calidad nutricional mínima o que el propio animal tenga algún problema de salud que le impida absorber bien los nutrientes de los alimentos. De esta manera, se crea una deficiencia de vitaminas y minerales que propician la pérdida de pelo o incluso que el pelaje del perro no crezca o lo haga de manera deficiente, entre otros muchos problemas de salud.
Por lo anterior, el portal especializado Experto Animal señala que una de las vitaminas más importante para un buen estado de salud de un perro es la vitamina B. Cuando hay una carencia de este nutriente, en los perros pueden aparecer alteraciones a nivel neurológico. En concreto, se destaca la importancia que una deficiencia de vitamina B12 para perros se relaciona con desórdenes neurológicos y alteraciones psicológicas y hematológicas. Pero se pueden detectar más síntomas de la deficiencia de vitamina B, como los siguientes:
- Pérdida de peso.
- Inflamación en encías y labios.
- Caída del pelo, piel seca y enrojecida, picor o seborrea seca.
- Diarrea y alteraciones gastrointestinales.
- Anemia.
- Infecciones.
De esta manera, es importante ofrecerle a la mascota una alimentación rica en vitamina B que pueden ser los siguientes alimentos: vísceras como el hígado, carnes como la de cerdo o las aves, pescados como la sardina, huevos, destacando su aporte de vitamina B12, levadura de cerveza, cereales y germen de trigo, lácteos, legumbres y vegetales de hoja verde.
Adicional a estos alimentos, la vitamina B para perros también se puede administrar de forma inyectable. “No es extraño que cuando un perro requiera fluidoterapia también necesite un suplemento de vitaminas B, siendo muy conocido el Duphalyte, que incluye varias vitaminas del grupo B, además de aminoácidos y dextrosa para proporcionar energía”, indica el portal en mención.
Es importante administrar en su organismo los niveles adecuados de vitamina B, dado que su consumo en exceso podría desencadenar problemas como descoordinación y debilidad muscular; y si esta se administra por vía intravenosa demasiado rápido, puede provocar náuseas, vómitos y malestar general.