La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que durante el 2019 casi 1.000 millones de personas -entre ellas un 14% de los adolescentes de todo el mundo- se vieron afectadas por algún tipo de trastorno mental. De hecho, los suicidios representaron más de una de cada 100 muertes y el 58% de ellos ocurrían antes de los 50 años.
En este contexto, la OMS advirtió que los trastornos mentales son la principal causa de discapacidad en el mundo. Las personas con este tipo de dificultades mentales graves mueren de 10 a 20 años antes que la población general, la mayoría de las veces por enfermedades físicas prevenibles.
Al respecto, un estudio desarrollado por el Departamento de Psiquiatría y Psicología del Niño y del Adolescente del Hospital Clinic de Barcelona señaló que las terapias asistidas con perros (DAT, por sus siglas en inglés) mejoran la autorregulación emocional, el autocontrol y la respuesta social en los menores y adolescentes con trastornos mentales.
Según destacaron los investigadores, “un hospital (...) psiquiátrico infantil es un escenario adecuado para implementar la DAT y evaluar los beneficios en una población pediátrica”. Durante el estudio se consideró la investigación de métodos mixtos en un entorno naturalista, incluyendo 23 niños menores de 13 años tratados en un centro especializado durante dos años.
El análisis cuantitativo tomó en cuenta el número de arrebatos emocionales y conductuales, la tasa de asistencia y los cuestionarios de autocontrol y deterioro social completados por los familiares y los terapeutas.
Por su parte, en el estudio cualitativo se documentaron las experiencias de 12 profesionales de la salud mental involucrados en las terapias asistidas por perros mediante entrevistas semiestructuradas, destacó el portal Animals Health.
Los resultados de dichos ejercicios demostraron que durante los días de terapia asistida con canes, los menores prestaron menos estallidos emocionales y conductuales y una mayor asistencia. Las observaciones basadas en el estudio cualitativo también determinaron que la DAT mejora la autorregulación emocional y facilita el trabajo de los terapeutas en los hospitales.
Este tipo de terapias toma especial relevancia si se tiene en cuenta el detrimento de la salud mental durante y después de la pandemia del coronavirus. En el primer año de la crisis generada por la covid-19, la prevalencia global de ansiedad y depresión aumentó en un 25%, según un informe científico publicado por la Organización Mundial de la Salud.
Además, el informe demostró que la pandemia afectó en gran medida la salud mental de los jóvenes, quienes corren un riesgo desproporcionado de comportamientos suicidas y autolesivos.
Dévora Kestel, directora del Departamento de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OMS, concluyó que “si bien la pandemia generó interés y preocupación por la salud mental, también reveló una inversión insuficiente histórica en los servicios de salud mental. Los países deben actuar con urgencia para garantizar que el apoyo a la salud mental esté disponible para todos”.