Philippe Petit no se cansa de protagonizar titulares. En 1974 se volvió famoso cuando cruzó ilegalmente por un cable las Torres Gemelas, a más de 400 metros de altura, en lo que algunos calificaron como el “delito artístico del siglo XX”. Y ahora vuelve a ser el centro de atención porque protagonizará una hazaña similar en la Grand Central Station de Nueva York para celebrar el centenario del edificio, en febrero próximo. Aunque el acróbata francés ya había realizado esa proeza en 1987 sin red de seguridad, hay quienes dudan que la pueda repetir a sus 62 años. Él se siente confiado –no en vano, su récord incluye equilibrismo sobre la Catedral de Notre Dame, la Torre Eiffel y el puente de la bahía de Sydney– y, de hecho, todos los días camina sobre la cuerda floja durante tres horas para no perder la práctica.