En las últimas horas, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU. (NOAA, por sus siglas en inglés) alertó sobre una tormenta solar geomagnética que afectará la Tierra.

El fenómeno fue observado por los astrónomos en el lado del sol que da sobre la Tierra y hace referencia a una llamarada conocida por los expertos como “eyección de masa coronal”, estas CME (por sus siglas en inglés) se producen en los períodos de mayor actividad solar.

“Varias CME ocurrieron el 1 y 2 de noviembre, para incluir una CME de halo completo relacionada con un destello M1 (R1 - Apagón de radio menor) de RGN 2891 a las 02/0301 UTC. Los resultados del análisis y del modelo sugieren posibles componentes dirigidos a la Tierra’', señaló la Administración a través de su cuenta de Twitter.

Sobre el tema, el Centro de Predicción del Clima Espacial, (SWPC, por sus siglas en inglés) también dijo que se espera que una tormenta geomagnética solar, toque la tierra y esta podría tener consecuencias leves para algunas zonas del planeta.

Una tormenta geomagnética es producida por el sol. Según Dmitri Vibe, miembro de la Academia de Ciencias de Rusia y jefe del Departamento de Física y Evolución de las Estrellas del Instituto de Astronomía de Rusia, el astro emite una eyección de masa de su superficie.

El fenómeno ocurre con regularidad en su superficie; sin embargo, lo que la diferencia en esta oportunidad, es que la eyección está orientada hacia la Tierra. Esto significa que una importante carga de viento solar en exceso empezó a llegar a la tierra desde el primero de septiembre impactándola en un nivel G1, es decir, leve.

Según lo explicado por los expertos, esto quiere decir que a pesar de que esté dirigido hacia la Tierra, no representa mayor peligro para la humidad o para la naturaleza, teniendo en cuenta que en la medición de 1 a 5, la tormenta G5 sería la más catastrófica para el planeta, provocando la migración de las aves y otros animales, entre otros cambios.

Es importante señalar que las tormentas geomagnéticas sí podrían afectar las conexiones y los servicios de comunicaciones, ya que pueden generar apagones y fallas en los sistemas de comunicación, debido a la alteración del campo magnético.

Cabe recordar que el pasado 2 de septiembre, el Centro Nacional de Predicción de Climatología Espacial de Estados Unidos (SWPC, por sus siglas en inglés) también reportó, una tormenta geomagnética.

El anuncio coincidió con el estudio presentado por Vibe, a comienzos de este año, donde predecía que durante los próximos 11 años la Tierra experimentará una serie de tormentas geomagnéticas de diferentes intensidades y que podrían convertirse en una cotidianidad pasado este tiempo.

Esto significa que las tormentas traen consigo una importante carga de viento solar en exceso la cual empezó a llegar a la tierra desde el primero de septiembre y para esa fecha llegó a nivel 2.

El nivel 2, según el SWPC, es realmente moderado y no representa un peligro para los seres humanos, lo único que podría suceder es que se aumente la intensidad de las auroras boreales en al sur del planeta y algunas fallas en los servicios de comunicaciones, pero muy escasas.

Como se mencionó anteriormente, las tormentas geomagnéticas se miden desde el nivel 1 hasta el 5. El planeta experimentó una de las más potentes por última vez el 2 de septiembre de 1859. El fenómeno fue conocido como el Evento Carrington y los informes que se reportaron en esa época dan cuenta de varios de los estragos ocurridos.

Según los datos de los expertos, en ese momento se interrumpieron los telégrafos, fallaron las brújulas en altamar y aparecieron auroras boreales en lugares inesperados como es el caso de México y Colombia.