Las islas de Providencia y Santa Catalina son refugio de más de 1.000 especies de animales y plantas, que abundan en los diversos ecosistemas isleños como el bosque seco tropical, las zonas de manglar, los pastos marinos, las formaciones coralinas y las playas arenosas. Según la línea base de información de biodiversidad elaborada por el Instituto Humboldt, este territorio insular alberga más de 200 especies de aves en sus zonas terrestres y marítimas, siendo las zonas de manglar de Providencia uno de los mayores refugios para la avifauna endémica. Una evaluación de dicha entidad, realizada en 2018, registró 200 individuos de 21 especies en las estaciones de manglar de Manzanillo y Suroeste, varias de las cuales son endémicas de la isla de Providencia. Le recomendamos: Ave endémica de Providencia habría desaparecido tras el paso del huracán Iota “Dentro de los avistamientos de aves endémicas en los manglares encontramos al vireo de Providencia (Vireo approximans), el colibrí de pecho verde (Anthracothorax prevostii hendersoni), reinita del manglar (Setophaga petechia armouri), mielero común (Coereba flaveola tricolor), elaenia caribeña (Elaenia martinica cinerascens) y semillero pechinegro (Tiaris bicolor grandior)”, revela el estudio. Luego del paso del huracán Iota a mediados de noviembre del año pasado, que registró ráfagas de vientos de hasta 200 kilómetros, los científicos prendieron las alarmas por la posible desaparición del vireo de Providencia, un ave con apenas 10 centímetros de largo.
El paso de Iota preocupó a los científicos que temían la desapacición de esta pequeña ave endémica de Providencia. Foto: Felipe Villegas/Instituto Humboldt. En su momento, Luis Miguel Renjifo Martínez, vicerrector de Investigación y profesor de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales de la Pontificia Universidad Javeriana, alertó sobre la posible extinción del ave e invitó a las autoridades a considerar la posibilidad de evaluar sus poblaciones y a que, cuando las condiciones mejoraran, se pudiera revisar lo sucedido con esta y otras especies. El Libro Rojo de Aves de Colombia, volumen II, señala que esta particular ave habita preferencialmente en las malezas y rastrojos de los bordes y áreas abiertas de los manglares y bosques de las colinas. Vivita y volando La hipótesis de una posible desaparición del ave llegó a su fin en el tercer día de la expedición Cangrejo Negro. El ornitólogo David Ocampo, líder del Instituto Humboldt, corroboró la presencia de individuos de esta especie en varios hábitats de Providencia, como en el bosque de Manzanillo, un parte de tranquilidad para esta ave emblemática. “En los primeros muestreos de aves por la isla logramos identificar un individuo de vireo de Providencia perchando en las ramas de la vegetación, un hallazgo que nos indica que sobrevivió a los embates del huracán”, dijo el experto. Le sugerimos: 190 plantas endémicas de alta montaña están en alguna categoría de amenaza El vireo de Providencia presenta una distribución bastante restringida. Según Ocampo, es una de esas especies focales que será priorizada para entender cómo está el estado de su población dentro de la isla luego del paso de Iota. Con este primer hallazgo, el Humboldt iniciará un estudio sobre la población actual de la especie, que comenzará con un diseño de muestreo. “Como estamos en un área aislada, podremos estar seguros que analizaremos en gran medida el total de la población. Este estudio va a requerir varios muestreos con diversas réplicas”.
Según el investigador, estos muestreos arrojarán una certeza cercana sobre el estado poblacional de la especie y qué sitios cuentan con las mayores concentraciones. “Será el punto de partida para diseñar las estrategias de conservación del vireo de Providencia”. Durante la expedición Cangrejo Negro, que irá hasta el 23 de enero, el experto del Humboldt realizará diferentes censos de muestreo para todas las aves de Providencia por medio de herramientas visuales y sonoras. Le puede interesar: Aves migratorias en Colombia, un espectáculo de alas, plumas y colores “Utilizaremos binoculares y grabaciones del canto de las aves para identificar en qué hábitats podemos encontrarlas y dónde está concentrada la mayor cantidad de individuos. Con esta información se pueden hacer análisis para proyectar toda la isla y los hábitats en donde tienen mayor afinidad”. Aunque el vireo de Providencia es una especie asociada al ecosistema de manglar, Ocampo asegura que hace presencia en casi toda la isla. “Antes del huracán la registraron tanto en las zonas bien al margen de la playa, en el manglar, y hasta en las áreas altas, pasando por todas las coberturas vegetales”. La dieta de esta ave se compone principalmente de artrópodos que captura a alturas medias en zonas interiores del bosque. La estrategia de forrajeo más frecuentemente utilizada por esta especie es la búsqueda de insectos en el follaje de arbustos y rastrojos densos y en algunas ocasiones prefiere ramas y hojas secas. Las preferencias alimentarias de la especie no descartan el consumo de frutos en algunas épocas del año, pero no se tienen registros documentados para la isla de Providencia.