Unos registros regulatorios que se hicieron públicos este miércoles dejaron al descubierto que la antigua banquera del ex presidente Donald J. Trump en Deutsche Bank, conocida como Rosemary Vrablic, “participaba en actividades no divulgadas relacionadas con una inversión inmobiliaria”. Esto incluía la compra de una propiedad “de una entidad administrada por un cliente”, según dijo el banco en registros presentados ante la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera.
El Deutsche Bank adelantó una investigación interna que, según registra el Daily Mail, concluyó que Vrablic habría hecho negocios con un cliente sin revelarlo adecuadamente. El cargo de la mujer era el de banquera privada senior y directora gerente de gestión patrimonial en Nueva York
De acuerdo con los registros que salieron a relucir, a Vrablic le permitieron renunciar en diciembre, pero la revisión interna continuaba. El banco alemán (Deutsche Bank) puso el foco en una transacción inmobiliaria del 2013, realizada entre la banquera y una compañía en la que Jared Kushner, yerno de Trump y asesor principal de la Casa Blanca, tenía al menos una pequeña participación.
El Daily Mail registra que el banco empezó a investigar luego de que ‘The New York Times’ informara acerca de la compra, por parte de Vrablic y dos de sus colegas, de un apartamento en un edificio ubicado en Park Avenue. Al momento de la compra del apartamento, Trump y su yerno ya habían pedido préstamos por 200 millones de dólares a la división de Vrablic en Deutsche Bank.
En consecuencia, parecía haber una relación paralela, de una empleada del banco, para favorecer el otorgamiento de créditos a un cliente, al que le servía por aparte con sus negocios inmobiliarios. Precisamente, dentro de las normas de los bancos está la de la restricción a sus empleados, para hacer negocios paralelos con clientes, lo que termina generando conflicto de intereses.
Los registros presentados ante la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera culparon a Vrablic por “la formación de una entidad externa no aprobada para mantener la inversión”.
La relación de la banquera con Trump venía de tiempo atrás. En los años previos a que se postulara para presidente, Vrablic era uno de sus socias financieras más importante.
Poco a poco se convirtió en su ‘salvadora’, pues, en momentos en los que Trump estuvo excluido del sistema bancario convencional, debido a su historial de impagos, incluido un gran préstamo del Deutsche Bank, Vrablic intervino ante los ejecutivos del banco para pedir que le dieran otra oportunidad a Trump.
Entre el 2012 y el 2015, el banco le prestó alrededor de 340 millones de dólares para su club de golf de Florida, su rascacielos de Chicago y su hotel de lujo en Washington.
Cuando Trump juró como presidente, Vrablic fue una de las invitadas VIP.