La última Encuesta de Percepción y Victimización de Bogotá, realizada a 6.500 personas por la Cámara de Comercio, entre el 24 de septiembre y el 27 de octubre de 2021, deja datos alarmantes en materia de seguridad en la capital.
La gran conclusión apunta a que la ciudad está ahogada en la delincuencia. Los delitos se encuentran disparados y los bogotanos se sienten inseguros en la vía pública.
Bogotá experimenta la percepción de inseguridad más alta de los últimos seis años, tanto en la ciudad como en los barrios, situándose en 88 %.
Durante 2021, el 20 % de los encuestados fueron víctimas de algún delito, donde el 27 % fueron atracos, el 20 % raponazos y el 8 % el tan afamado “paseo millonario”. El puesto número 1, con 78 %, para el elemento que más fue hurtado en la ciudad, se lo lleva los teléfonos móviles.
El hurto a personas es el delito que más preocupa 38 %, pero llaman la atención los aumentos en la preocupación por delitos como: vandalismo 5 % en 2020 a 9 % en 2021 y venta de drogas 4 % en 2020 a 7 % en 2021.
Y es que también la encuesta demuestra que, desde 2019, ha aumentado en 16 puntos porcentuales los ciudadanos que manifiestan haber sido testigos de un delito sin ser víctimas, pasando de 30 % en dicho año a 46 % en 2021.
Pero hay un dato que alarma no solo a los ciudadanos, sino a las autoridades. A pesar de que las armas blancas continúan siendo los elementos que más utilizaron los agresores, hay un aumento significativo en el uso de armas de fuego.
“Vemos un incremento en las armas de fuego que valdría la pena llamar la atención de las autoridades porque, claramente, es un crecimiento importante de 2020 a 2021; cerca de seis puntos porcentuales”, afirmó Nicolás Uribe, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá en una rueda de prensa.
Además, los puentes peatonales (23 %) y las calles (22 %) son los lugares del espacio público que se percibieron como más inseguros en 2021.
En cuanto a los barrios, el 44 % de los ciudadanos durante 2019 consideraba su barrio seguro, pero para 2021, solo el 30 % lo considera seguro.
Sin embargo, hay un indicador un poco esperanzador dentro de todo el panorama de inseguridad: el porcentaje de ciudadanos que considera que Transmilenio es inseguro y muy inseguro se redujo, pasando de 78 % en 2020 a 71 % en 2021. Esta percepción esta principalmente fundada en la preocupación derivada de la presencia de hurtos en el sistema (atraco, cosquilleo, raponazo).
Pero el estudio evidencia que los ciudadanos, cada vez más, deciden no quedarse callados y denunciar. Los niveles de denuncia continúan al alza, lo que es un indicador positivo para la consolidación de estrategias de lucha contra la criminalidad basadas en evidencia, explica la Cámara de Comercio.
No obstante, la buena calificación del servicio de policía sigue deteriorándose en la ciudadanía, y, en particular, en quienes acuden a esta institución. Todas estas razones hacen que los bogotanos se sigan cuestionando: ¿dónde está la Alcaldía?
Algunas recomendaciones
Por su parte, la Cámara de Comercio de Bogotá dejó una serie de recomendaciones tras le estudio:
- Atención al ciudadano e institucionalidad:
- La ciudadanía debe ver la unión y trabajo cooperativo entre la Alcaldía y la Policía Metropolitana.
- La Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia debe implementar un plan de mejora en la atención al ciudadano de la línea 123 que mejore el porcentaje de ciudadanos que califica positivamente la atención en la llamada (47 % en 2018, 39 % en 2019, 37 % en 2020 y 36 % en 2021).
- La formación a la policía en servicio y las nuevas incorporaciones, debe centrarse en el modelo de atención al ciudadano. Según la valoración de las aptitudes de los policías, la comunicación no verbal y el entendimiento de la necesidad del ciudadano son la principal necesidad de mejora.
- Trabajo diferencial en el territorio: recuperar la percepción de seguridad en el barrio debe ser un objetivo de ciudad. La Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia debe la entidad líder en la agenda territorial en materia de seguridad y convivencia, y lo estipulado en el Plan Integral de Seguridad, Convivencia y Justicia (PISCJ) debe permear las acciones locales vía Consejos de Locales de Gobierno y Seguridad. El esfuerzo en la participación de los ciudadanos en los Frentes y redes Cuidadanas debe compensarse con resultados de control y prevención del delito en el corto plazo.
- Reducir la victimización en el corto plazo: la reactivación económica y social de la ciudad requiere que se aumenten los esfuerzos de focalización e intervención de puntos calientes del crimen. Esto requiere de los oficios de la Policía Metropolitana y la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia como articuladores del control del delito y la presencia de la oferta institucional de todo el distrito volcada al mejoramiento de la calidad de vida.