En una estrategia de mejorar los espacios aledaños al estadio Nemesio Camacho El Campín, de Bogotá, el Instituto de Recreación y Deporte (IDRD) anunció recientemente que cerrará el espacio conocido como el Palacio del Colesterol, muy concurrido por los fanáticos del fútbol, que aprovechan los partidos para consumir gran variedad de frituras en este lugar.

La razón de retirar todos los puestos ambulantes que se instalan en este espacio es la construcción de un centro cultural, según le explicó a un canal de televisión nacional la directora del Instituto, Blanca Inés Durán.

Este anuncio tiene descontentos a los vendedores de frituras, quienes se instalaron alrededor del estadio desde el año 1962. La mayoría de ellos se niegan a salir de sus sitios de trabajo.

Consultada por la misma emisora de radio, la directora del IDRD argumentó que estos vendedores podrán trasladarse a otros sitios públicos de Bogotá. Ante la negativa de abandonar el lugar, Durán les propuso que se reubicaran en cualquiera de los 132 parques metropolitanos y zonales que tiene el instituto de deportes, donde según la funcionaria tendrán una gran alternativa de público.

La vocera del IDRD aseguró que los vendedores de fritanga tendrían un público constante, no solo durante los partidos que se realizan en el estadio. Por esta razón detalló que el parque El Tunal tiene 40 mil asistentes los fines de semana, el parque Simón Bolívar tiene alrededor de 45 mil visitantes entre sábado y domingo, y al parque Fontanar del Río llegan alrededor de 25 mil visitantes.

En representación de los vendedores afectados, María Otilia, considerada una de las fundadoras del Palacio del Colesterol, y quien lleva 58 años vendiendo fritanga, le dijo a Noticias Caracol que no los pueden mandar para un parque, porque su clientela la tienen alrededor de El Campín.

Uno de los comerciantes, identificado como Carlos Parra, también manifestó su negativa a salir del sitio. Reiteró que no se moverán con sus puestos de venta de frituras porque para ellos, y para los clientes que generalmente lo frecuentan, este es un patrimonio cultural de la ciudad de Bogotá.

Panorámica del estadio El Campín. Bogotá, 3 de agosto de 2021. Foto: Guillermo Torres Reina / SEMANA | Foto: Semana

Estos vendedores venían trabajando ininterrumpidamente desde la década de los sesenta hasta el año pasado, cuando inició la pandemia.

Carlos Julio Parra, vocero del Palacio del Colesterol, aseguró que las autoridades municipales de deporte no les han ofrecido ninguna alternativa para volver a trabajar ni en ese espacio ni en los parques públicos.

Sostuvo que la directora del IDRD nunca les planteó una solución y que están esperando que el Distrito les ofrezca apoyo económico para resolver su sustento diario, por lo que se encuentran totalmente en zozobra.

Los afectados, según Parra, son cerca de 50 familias que dependen del Palacio del Colesterol. Algunos comerciantes tratan de subsistir haciendo domicilios, pero esto no es suficiente, ya que los clientes más frecuentes son los que asisten a los eventos de fútbol en El Campín.

El bogotano solicitó una reunión con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López. Le ruega que les colabore y ayude a encontrar una solución para seguir trabajando.

Blanca Durán explicó que las licencias del lugar no fueron renovadas porque se hará un megaproyecto en esa zona y reiteró que les ofrecieron a los vendedores de fritanga la reubicación en cualquiera de los parques de la ciudad.

Durán precisó que en esta zona de la ciudad se levantará un proyecto de renovación urbana que se viene planificando desde 2018. Dijo que ya se encuentra en factibilidad para su evaluación y entrar a estudios y diseños un auditorio de la Filarmónica de Bogotá.

La funcionaria puntualizó que el sitio que albergaba la venta de frituras no volverá a abrirse, ya que el Instituto tenía un contrato hasta mayo de 2020 con 12 comerciantes.