La empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) dio a conocer la inmensa inversión que hizo en novedosos equipos para limpiar las alcantarillas de la capital. Sin embargo, debido a las intensas lluvias que han caído en la capital, varias inundaciones se han presentado en diferentes sectores de la ciudad que han causado estragos en la infraestructura.
Ante esto, Cristina Arango, gerente de la EAAB, envió un mensaje claro a los ciudadanos para que cumplan con algunos requerimientos, ya que gran cantidad de los desechos que taponan las alcantarillas y generan inundaciones pueden ser reciclados, acción que no están ejecutando de manera disciplinada los capitalinos.
“Tenemos una ruta para sensibilizar a la gente para que nos ayude a no tratar mal nuestro sistema de alcantarillado, en el sentido de que el aceite no debe terminar en el alcantarillado, sino que se debe hacer la separación adecuada, no botar el aceite por el lavaplatos es fundamental, para que las redes funciones adecuadamente [...] Los patitos húmedos y las toallas húmedas impactan mucho la red, entonces hacemos un llamado para no botar este tipo de cosas al sanitario”, dijo la gerente. Esto da cuenta que las redes de alcantarillado de Bogotá se encuentran llenas de estos materiales que los bogotanos fácilmente podrían reciclar.
¿Cómo reciclar el aceite de cocina?
El uso de aceite de cocina para preparar alimento, un producto que en su mala disposición puede generar graves daños a ecosistemas y especies.
Un estudio de Asograsas y la Universidad Javeriana reveló que solo el 1 % del aceite de cocina es reciclado de forma correcta en el país, siendo usual la práctica de tirar este producto al desagüe o fuentes hídricas. Lo anterior resulta en un enorme daño ambiental, ya que se estima que un solo litro de aceite puede contaminar 1.000 o más litros de agua, siendo los principales afectados los cuerpos de agua como ríos, quebradas o humedales.
“En su mayoría, el aceite utilizado se vierte en el lavaplatos y de esta manera llega a nuestras fuentes hídricas, contaminando no solo el agua para consumo humano y animal, sino afectando la salud de la fauna que habita en los ecosistemas acuáticos”, manifestó Julieth Ramírez, profesional de la CAR Cundinamarca y líder del proyecto “Ciclo re ciclo”.
El aceite no solamente contamina fuentes hídricas, ya que también, explicó la funcionaria, este producto suele “solidificarse en las tuberías, generando tapones de grasa que obstaculizan el paso del agua en los sistemas de alcantarillado y propician inundaciones y otras emergencias en épocas de lluvia”.
Por eso la correcta disposición de este residuo es clave. Los aceites de tipo vegetal como el de palma, coco, girasol, canola o soya son los más usados en la cocina. Luego de utilizarlo, en lugar de arrojarlo por el sifón, usted puede depositar este residuo en botellas plásticas para su reciclaje y llevarlo a los puntos de recolección. El aceite de tocineta, comidas fritas o atún en lata, también se pueden reciclar, siempre y cuando se le quiten los residuos de comida antes de envasarlos.
Los aceites de motor también se puede disponer de esta manera, pero no debe mezclarse en un mismo frasco con otro tipo de aceites. Una vez envasado, el siguiente paso es disponer la botella en alguno de los puntos de recolección de este residuo. La CAR ha instalado puntos de recolección en 104 municipios y en su sede central en el Centro Empresarial Gran Estación en Bogotá, también puede hacerlo en alguna de sus 14 oficinas regionales. También esta entidad ambiental ha realizado eventos de reciclaje, los cuales han podido recolectar más 450 litros de aceite ya usado.