El uso de la pólvora se intensifica para estas fechas. Por esto, las autoridades oficiales instan a la comunidad a no utilizarla, entre ellas, el Ministerio de Salud y Protección Social junto con el Instituto Nacional de Salud (INS).

El último reporte del INS detalla que por lo menos 398 personas,155 de ellas menores de edad, han sufrido lesiones por pólvora durante este 24 y 25 de diciembre, haciendo un paralelo con el año anterior en donde se registraron 182 personas lesionadas entre ellas 82 menores, concluyendo que este año se ha incrementado el número de heridos.

Entre tanto, en las últimas horas, el Cuerpo de Bomberos de Bogotá reportó la destrucción de 1.878,77 kilogramos de pólvora que fue incautada.

“Es una actividad compleja. Una actividad donde equipos profesionales se encargan de hacer su disposición final para garantizar su seguridad, no solo con el personal sino también con las personas que están alrededor y de toda la ciudadanía”, señaló el director de los Bomberos de Bogotá, Diego Moreno.

En la vereda Los Chorrillos, en la localidad de Suba conjuntamente con la Alcaldía de Bogotá se realizó la destrucción de las dos toneladas de pólvora, así lo aseguró Wiliam Tovar, subdirector de Gestión de Riesgo, quien le hizo un llamado a la comunidad sobre su no uso.

Cabe recordar que el INS también informó que 36 personas se intoxicaron con alcohol adulterado con metanol con un total hasta el momento de 25 personas fallecidas.

Consejos para cuidar los oídos en tiempos de música y pólvora

El exceso de ruido al escuchar música más fuerte de lo normal o hacer un mal uso de los juegos pirotécnicos pueden ocasionar daños, en algunos casos de forma irreversible, en el sistema auditivo.

Y aunque las víctimas por la inadecuada manipulación de pólvora enfrentan especialmente, en la mayoría de los casos, quemaduras graves y amputaciones, el oído también se ve seriamente lesionado al estar expuesto al sonido fuerte de los fuegos artificiales.

Aunque no lo crea, escuchar música por encima de los 120 decibeles, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no es recomendable toda vez que las personas pueden terminar con un daño auditivo en cuestión de segundos. Además, si el oído recibe sonidos superiores a los 85 decibeles durante ocho horas o más, puede terminar con daños irreversibles.

Los científicos lo han dejado claro: la exposición prolongada a un sonido que supere los 80 decibeles empieza a poner en riesgo la salud auditiva en el corto, medio o largo plazo.

Basta poner un ejemplo. Un poco más de 100 decibeles es la intensidad de sonido que produce una taladradora, de esas que abren huecos en las vías, o la bulla que se siente al interior de una discoteca o centro nocturno.

En Colombia, según el Ministerio de Salud, se ha establecido que los siete millones de personas que tienen algún tipo de pérdida auditiva, no tuvieron una detección temprana o un diagnóstico médico debido a que no siempre cuando se presenta una afección de esta índole, el paciente recurre a un especialista.

Una investigación publicada en la revista British Medical Journal Global Health calcula que entre 670 y 1.350 millones de adolescentes y adultos jóvenes en el mundo están en riesgo de perder su audición al exponerse a prácticas de escucha inseguras, de las que también hacen parte el utilizar audífonos a volumen exagerado.

Según la publicación, el 23,8 % de los jóvenes que emplean dispositivos de audio personales a intensidad elevada y casi la mitad de los que acuden a lugares de entretenimiento ruidosos, como bares o discotecas, corren peligro de sufrir algún tipo de sordera o daño auditivo.