En las últimas horas fueron capturadas seis personas que conformaban, según la Policía, una organización de crimen urbano dedicado al hurto de celulares en el transporte público.
En total, fueron capturadas seis personas, de las cuales cuatro formaban parte de una misma familia y cada uno de los integrantes tenía un rol definido dentro de la organización delincuencial.
“Fueron 11 meses de labores de campo, controles técnicos, entrevistas, reconocimientos en álbumes fotográficos, labores de agente encubierto, recolección de elementos materiales probatorios y de información aportada por fuente humana, en los que se pudo establecer que la mayoría de los integrantes de la banda criminal pertenecían a una misma familia y que desde hace tiempo venían cometiendo actos criminales en el sistema masivo de transporte público de la ciudad de Bogotá (SITP, TransMilenio y buses urbanos), aprovechando su milimétrica organización y destreza a la hora de sustraer las pertenencias de quienes eran perfilados por alias ‘Chilingo’, cabecilla de los autodenominados ‘Coltán’”, indicó la Policía.
Precisamente, la Policía reveló detalles sobre cómo delinquían estas personas en los diferentes sitios del sur de Bogotá. Alias ‘Chilingo’ planeaba detalladamente con su hermano, conocido en el mundo del hampa como ‘Lucho’, dónde y cómo deberían cometer los hurtos, así como las rutas.
Dicen los investigadores que los delincuentes actuaban en las horas pico, ya que se presentaba gran afluencia de personas y esto facilitaba su actuar.
“Es así, que se pudo evidenciar que los integrantes de esta organización del crimen se comunicaban vía telefónica para coordinar y distribuir los sectores en donde se iba a ejecutar el ilícito. Una vez en terreno, procedían a ubicarse en paraderos y abordar diferentes buses observando cuáles iban a ser sus potenciales víctimas”, señala la investigación.
Según el director de Investigación Criminal, Dijín, el general Fernando Murillo, “alias ‘Chilingo’ y ‘Lucho’ eran los encargados de seleccionar a los integrantes que cometerían el hurto; además, delegaban funciones y conseguían los medios logísticos necesarios para llevarlo a cabo. Ambos hacían el estudio con días de antelación de los lugares para ubicar rutas de escape y perfilar a sus víctimas, observando detalladamente qué elementos de valor llevaban consigo, especialmente dispositivos celulares”.
Actuación delincuencial
Los investigadores lograron determinar que una vez estando adentro de los buses, los delincuentes procedían a poner en práctica sus roles previamente definidos. Algunos integrantes entablan una conversación para generar distracción, seguidamente otros empujan pasajeros y otros sustraían los celulares, mientras obstaculizan el paso para que la víctima no se pudiera mover.
“Quien realiza el rol de lanza es generalmente quien ha desarrollado habilidades suficientes para despojar a las víctimas de sus celulares ágilmente; posteriormente este se lo entrega a quien hace las veces de ‘descargue’ o ‘cajas’, como se conocen en el argot criminal, son a quien les entregan el dispositivo móvil hurtado para que lo guarden. Casi siempre son personas de edad avanzada o mujeres para que pasen desapercibidos fácilmente. Luego de tener en su poder los celulares robados, se reunían para coordinar la venta y repartir las ganancias de esta actividad ilegal”, dijo Murillo.
En las cinco diligencias de allanamiento y registro fueron capturados los hermanos conocidos como ‘Chilingo’ y ‘Lucho’, cabecillas de la banda. En un allanamiento simultáneo fue capturada alias ‘La Cucha’, madre de los dos cabecillas y quien fungía como descargue o caja; también fue capturado alias ‘Edwar’, hermano de los dos cabecillas, encargado de obstaculizar el paso de las víctimas, y alias ‘Plin’, cuñado de ‘Chilingo’ y persona que cumplía la función de lanza.