Transmilenio es uno de los temas de ciudad que todo aspirante a la Alcaldía de Bogotá aborda con tal de ganar votos y ocupar el segundo cargo político más importante del país.
Es que, en pocos meses, Bogotá elegirá a su próximo mandatario y desde hay varios candidatos que han mostrado sus propuestas.
Uno de ellos es Carlos Carrillo, quien anunció que si llega a la Alcaldía de Bogotá para gobernar la capital durante los próximos cuatro años, acabaría con Transmilenio.
“En nuestra alcaldía TransMilenio se acaba”, fueron las fuertes declaraciones de Carrillo.
Estas palabras causaron controversia entre la opinión pública. Sin embargo, el político explicó de qué se trata su dura propuesta.
“Ojo, no vamos a dejar a la gente sin transporte, como dicen nuestros enemigos, vamos a reestructurar de fondo el sector de la Movilidad. Una sola gran empresa pública nacerá: TDB Transporte de Bogotá, asumirá la responsabilidad de operar desde lo técnico y no desde el saqueo los distintos modos de transporte”, explicó el político.
Según el actual concejal, el modelo de Transmilenio no es rentable y sí le cuesta bastante a la ciudad.
“En el modelo actual, el Estado se hace cargo de la infraestructura (carísima), pero además subsidia con billones anuales una operación privada muy deficiente. ¿Cuál es la ventaja de ese modelo? No, los conductores no serán dueños de los buses, tendrán con el operador público mejores condiciones de trabajo, acordes a la enorme responsabilidad que tienen, serán trabajadores con condiciones dignas”, argumentó el candidato.
Transmilenio, en quiebra
TransMilenio en Bogotá está lleno de colados, sin recursos suficientes para cubrir lo mínimo, que son los costos de operación y en medio de una transición energética con la que se busca reducir el efecto a futuro del cambio climático. Por lo tanto, reemplazar los combustibles con los que se moviliza el transporte es uno de sus grandes retos.
En el proyecto de adición presupuestal que tramita el Ministerio de Hacienda en el Congreso de la República, el Distrito pidió una billonaria suma adicional a los 300 mil millones de pesos que ya le habían asignado vía presupuesto general de Colombia en este año. Es decir, con todo, TransMilenio sigue en estado deficitario y parece un barril sin fondo.
Durante las reuniones de ponentes y coordinadores ponentes, la alcaldesa Claudia López se dio a la tarea de poner el sombrero, para lo cual presentó las cifras que son las que están en evaluación para la asignación. Esta podría salir de los también escasos 16,9 billones de pesos que hay en la adición presupuestal, mientras que a comienzos de año se creía que la nación contaría con 25 billones de pesos de más, para agregar al presupuesto general, que es de 405,2 billones de pesos en esta vigencia.
Desde la percepción ciudadana, además de la evasión que hacen los usuarios, hay otros problemas de fondo: los buses se ven vacíos en horas distintas a las que son consideradas como horario pico. El político y exconcejal Juan Carlos Flórez, sostuvo que “TransMilenio pierde plata porque cientos de miles lo abandonan por mal servicio y se suben a la moto. Otros cientos de miles se cuelan”, dijo.
Flórez no perdió oportunidad para enviarle un dardo a la actual alcaldesa Claudia López: “Ahora le pide un billón de pesos al Gobierno para que el servicio siga funcionando. Y tuvo tres años y medio para buscar soluciones”, manifestó.