Con una votación de 7 en contra y dos a favor, la Sala Plena de la Corte Constitucional decidió no conceder la libertad al oso Chucho y de paso negó el reconocimiento de los animales como sujetos de derechos. La Alta Corporación decidió no darle vía libre al habeas corpus que había sido interpuesto por el abogado Luis Domingo Gómez, recurso que inicialmente había sido concedido por la Sala Civil de la Corte Suprema, pero que luego fue revocado por cuenta de una tutela interpuesta por el Zoológico de Barranquilla, lugar en el que hoy habita este mamífero, de 26 años de edad. De esta forma, los animales segurián siendo objeto y no sujetos de derechos, pero sí seres sintientes, como hasta ahora se establece en la legislación colombiana. La magistrada Diana Fajardo, fue la ponente , pero no logró la votación suficiente que permitiera ratificar el habeas corpus para Chucho. Con esta decisión el mamífero deberá permanecer en el Zoológico de Barranquilla, en donde ha habitado en los últimos tres años y en donde, según la propia entidad, se le han brindado los cuidados necesarios para que pueda estar en buenas condiciones tanto de salud como de hábitat. Según el Zoológico, el mamífero puede soportar la intensidad de la temperatura en el Caribe y el hábitat fue diseñado especialmente para él. Adicionalmente, por medio de un comunicado la entidad informó que la adaptación del animal desde su llegada estuvo monitoreada por veterinarios, zootecnistas y biólogos, y fue bastante rápida. Le recomendamos: Sandra, la orangutana a la que le hicieron valer sus derechos "Desde el primer día tuvo acercamientos con la hembra que habita en el Zoológico desde 1999, con la que comparte el hábitat diseñado para esta especie. El animal llegó con sobrepeso al Zoológico y, a partir de una dieta diseñada especialmente para él, que incluye frutas, verduras y proteínas, y que tiene en cuenta su avanzada edad, ahora se encuentra en un peso ideal", indica la comunicación. Frente al fallo de la Corte, el abogado Gómez, dijo que hubo decisión, pero no hubo justicia. Sin embargo, por ahora, prefirió no dar más declaraciones hasta tanto no cuente con información completa que le permita tener más elementos de juicio para opinar. Chucho es un oso de anteojos que nunca ha estado en completa libertad. Nació en semicautiverio a mediados de los noventa en la reserva natural La Planada, en Ricaurte, Nariño y cuando apenas tenía cuatro años, en 1998, fue donado, junto con su hermana Clarita, a la Reserva Ecológica Río Blanco, en Manizales, para iniciar un programa de repoblamiento del oso andino. Luego en 2017 fue trasladado a Barranquilla. Esta es una especie que se encuentra en peligro de extinción debido a problemáticas como la tala de árboles en los bosques nublados, su hábitat natural, y a que muchos habitantes del campo los ven como una amenaza, por lo que en algunos casos son cazados.