La Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá, en alianza con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), crearon un proyecto de atención itinerante a través de una Unidad Internacional Móvil para proporcionar servicios oportunos y de calidad a la población migrante venezolana.
Según informó la Cruz Roja en un comunicado, este proyecto tiene como objetivo incrementar el acceso a servicios especializados a población migrante, refugiados, retornados y población de acogida en situación de vulnerabilidad en Bogotá y Cundinamarca.
Explicaron que la Unidad Internacional Móvil mensualmente se programa con un cronograma de jornadas, por lo que es variable el punto de atención. Sin embargo, por ahora se encontrará todos los martes en el peaje de Chusacá (carretera Bogotá - Girardot) y los jueves por el corredor vial del Norte.
Los servicios que se brindan desde la Unidad Móvil son:
- Atención por medicina general y entrega de medicamentos (según disponibilidad).
- Orientación y referenciación.
- Asesoría jurídica.
- Apoyo psicosocial.
- Acompañamiento en el Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV) y orientación migratoria.
- Entrega de asistencias humanitarias.
Carol Hernández, coordinadora de la Unidad Móvil, indicó que desde la Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá hacen extensiva la invitación a todas las personas migrantes, refugiadas y población colombiana que requiera de estos servicios, a participar de las jornadas de atención integral que realicen en Bogotá y Cundinamarca.
“Si ven la Unidad Móvil no duden en acercarse a nosotros, estaremos dispuestos para resolver sus dudas, dar orientación e información”, expresó Hernández.
“La Cruz Roja Colombiana Seccional Cundinamarca y Bogotá está al lado de quienes más lo necesitan con atención priorizada y con los más altos estándares de calidad, permitiendo a la institución seguir cumpliendo su misión humanitaria de prevenir y aliviar el sufrimiento humano”, añadió la vocera.
El éxodo de migrantes, incluidos refugiados, de Venezuela sigue siendo el mayor movimiento de población en la historia reciente de América Latina y uno de los mayores desplazamientos del mundo.
El deterioro de la calidad de vida y la profunda crisis social y humanitaria de Venezuela han acelerado la crisis migratoria, que ya suma seis años.
Este diagnóstico lo confirmó recientemente William Spindler, portavoz en América Latina de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), quien fue entrevistado en la emisora venezolana Onda La Superestación, de la cadena Unión Radio.
El vocero de las Naciones Unidas indicó que el impacto de la migración ha sido “enorme” en todas las familias venezolanas, y que este fenómeno se ubica entre el éxodo humano más grande de la región. En este sentido, precisó que ya son 6 millones de refugiados venezolanos los que están en el mundo, y que diariamente “alrededor de mil personas se van de Venezuela sin intención de volver”.
El vocero acotó que esta población sigue saliendo de Venezuela en busca de una mejor calidad de vida, ya que las condiciones en este país son cada día más precarias y difíciles, sobre todo el acceso a alimentos, salud y educación.
Al hablar sobre la cifra oficial de migrantes venezolanos, Spindler dijo a la emisora radial que es muy difícil tener esa información porque no todas las personas se registran regularmente en el país al que llegan. Por esto aclaró que puede haber un subregistro, estimó que pueden ser más los refugiados venezolanos los que están en el extranjero.
Para finalizar, el vocero de Acnur en América Latina aseguró que la migración venezolana ha tenido un impacto importante tanto dentro como fuera de Venezuela. Sobre este tema, opinó que es favorable la presencia de venezolanos en otros países, pero que también generan un gran gasto para ese país porque tienen que reajustar todo para recibirlos.