Su primer negocio, Verna Clothes, no solo fue una marca de ropa exitosa, sino también una experiencia que le enseñó a conectar con el público y a gestionar un negocio desde cero. La aventura de Verna Clothes permitió a Antonella desarrollar habilidades clave en marketing, diseño y administración. “Siempre me gustó crear cosas que la gente pudiera disfrutar y sentirse bien al usarlas”, comenta.

Su capacidad para entender las tendencias y traducirlas en productos atractivos le ganó un lugar en el competitivo mundo de la moda juvenil. Sin embargo, la vida tenía planes distintos para ella. Cuando conoció a su pareja, Amiel, su vida dio un giro inesperado. La conexión entre ambos fue inmediata y, juntos, decidieron explorar nuevas oportunidades que los llevaron a viajar al extranjero. “Fue una etapa emocionante; queríamos expandir nuestros horizontes y probar suerte en otros lugares”, recuerda Antonella.

Aunque el viaje les brindó experiencias inolvidables, el éxito laboral que esperaban no llegó como lo habían planeado. Al regresar a su país, Antonella intentó retomar su marca de ropa. Sin embargo, el descubrimiento de su embarazo de Alice, su primera hija, cambió nuevamente sus prioridades. “Convertirme en madre me hizo replantear muchas cosas. Quería estar presente para mi hija y asegurarme de que tuviera todo mi amor y atención”, explica.

Decidió entonces poner en pausa su emprendimiento, convencida de que habría un momento adecuado para retomarlo. Mientras se adaptaba a su nueva vida como madre, Antonella encontró en las redes sociales una forma de compartir sus experiencias y conectar con otras personas. Bajo el seudónimo de Muniek, comenzó a crear contenido que reflejaba su día a día, sus retos y sus alegrías. Su autenticidad y cercanía resonaron con una audiencia que creció rápidamente. “No esperaba que mi historia le interesara a tanta gente. Simplemente que ría ser yo misma y compartir un poco de mi vida”, confiesa.

El éxito como creadora de contenido no solo le brindó una nueva carrera, sino que también le permitió desarrollar habilidades que complementarían su experiencia como emprendedora. “Aprendí mucho sobre marketing digital, manejo de comunidades y creación de marca personal. Todo eso me ha preparado para cuando decida retomar mi marca de ropa”, asegura.

Hoy en día, el sueño de relanzar su emprendimiento sigue más vivo que nunca. Antonella ve en su base de seguidores una oportunidad para presentar su marca personal con un respaldo sólido. “Ahora tengo una comunidad que me apoya y que confía en mí. Eso es invaluable”, afirma.

Sabe que combinar su experiencia previa con las nuevas habilidades adquiridas como influencer le dará una ventaja significativa en el competitivo mundo de la moda. Pero para Antonella, este proyecto es más que un negocio. Representa la realización de un sueño que ha tenido desde niña: crear una marca que combine su creatividad, su estilo y sus valores, y que sea apreciada por la gente que ha estado con ella en este viaje. “Quiero que mis hijas vean que es posible perseguir tus sueños y que, con esfuerzo y dedicación, todo se puede lograr”, dice con convicción.

Su espíritu incansable es evidente en cada paso que da. A pesar de los desafíos y las pausas en su camino, Antonella nunca ha perdido de vista sus objetivos. Su historia es un ejemplo de resiliencia y adaptación, demostrando que los sueños pueden evolucionar y ajustarse a las diferentes etapas de la vida. Además, su experiencia previa como emprendedora es una ventaja en su carrera actual. No solo entiende cómo funcionan los negocios, sino que ha desarrollado habilidades de liderazgo, resiliencia y adaptación que le han permitido destacarse también como creadora de contenido. “Cada lección aprendida en mis proyectos anteriores ha sido útil en mi camino como influencer”, reconoce.

Al final del día, Antonella Verna es una mujer que ha sabido reinventarse sin perder su esencia. Desde sus primeros pasos como emprendedora juvenil hasta su actual éxito en las redes sociales, ha mantenido su pasión por crear y conectar con los demás. “Todo lo que he vivido me ha preparado para lo que viene. Estoy emocionada por el futuro y por todo lo que aún puedo lograr”, concluye.

Con su experiencia, habilidades y una comunidad sólida, Antonella está lista para escribir el siguiente capítulo de su historia. Su viaje recuerda que, con determinación y autenticidad, es posible alcanzar metas y realidad los sueños, sin importar cuántas veces haya que reinventarse en el camino.