Este sábado 16 de julio es el Día de la Virgen del Carmen y, después de dos años de no poder celebrarlo por la pandemia del nuevo coronavirus, se podrá conmemorar a través de diferentes actividades organizadas por la comunidad, como lo son las procesiones.

La fiesta de la Virgen del Carmen también se festeja en otros países como Chile, donde es patrona; es la alcaldesa perpetua de Lima, en Perú; patrona del Ejército de Venezuela, y referencia mariana constante en Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, México, Panamá y Puerto Rico.

Por su parte, Santa María del Monte Carmelo o Virgen del Carmen, como es popularmente conocida, es una de las advocaciones marianas, pues ella se ha mostrado vestida de diferentes maneras a lo largo de la historia y es la razón por la cual se le conoce con distintos nombres. Además, se le ha dado una connotación de ‘madre protectora’.

Adicional, es considerada la patrona de conductores, bomberos, pescadores, navegantes y de las Fuerzas Armadas.

Además, de acuerdo con la historia reciente, el nombre de la Virgen del Carmen se deriva de la palabra hebrea Karmel, que significa Jardín de Dios y, por tanto, la Virgen recibe el apelativo de la flor más bella del Jardín de Dios.

Igualmente, según la información recogida en la literatura cristiana, la Virgen del Carmen simboliza la unión entre la Antigua y la Nueva Alianza; también se le conoce como la Santa María del Monte Carmelo, ya que allí fue donde hizo su aparición.

Así las cosas, estas son las oraciones de la Virgen del Carmen, según Aci Prensa:

1. “Oh, Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores y especial protectora de los que visten tu Sagrado Escapulario, por lo que su Divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo, el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que te pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria y bien de mi alma; que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa.

Quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente y uniendo mi voz con sus afectos, te saludo una y mil veces diciendo: (Tres Avemarías).

Virgen Santísima del Carmen, yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo tu sombra protectora de tu Santo Escapulario y que todos estén unidos a Ti Madre Mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta tu querida insignia.

¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen y concédenos benigna tu amorosa protección. Te encomiendo las necesidades de nuestro santísimo padre el papa y la Iglesia católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos.

Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a tu Divino Hijo y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre Mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Amén”.

2. “¡Oh Virgen Santa del Carmen! Jamás podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu Santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido agradecimiento y, ya que nada te podemos dar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su amor, y toda nuestra vida, que queremos emplear en el amor y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la Divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos vivir y morir en tu amor y devoción. Amén”.