El tráfico de fauna silvestre no da tregua y las tortugas son una de las especies más susceptibles a ser víctimas de esta práctica que daña y causa muerte a un importantes número de animales en el país. Esta vez trece tortugas marinas se salvaron de que las sacrificaran, luego de ser incautadas por la fuerza pública, en el departamento de La Guajira.
Los animales fueron valorados para determinar su estado de salud y validar sus liberación. Foto: Corpoguajira Según dio a conocer la Corporación Autónoma Regional de La Guajira, un total de 13 individuos, 8 verde (Chelonia mydas) y 5 carey (Eretmochelys imbricata) fueron valorados y recibieron atención profesional necesaria. Le recomendamos: Más de la mitad de las tortugas en el mundo está en peligro de extinción Sin embargo, a pesar de los procedimientos ejecutados lamentablemente una de las tortugas murió debido a las múltiples heridas que presentaba en su cuerpo. Los especialistas valoraron las condiciones de salud de los ejemplares, para luego devolverlos a la libertad.
Un total de 13 ejemplares fueron rescatados y uno de ellos murió debido a las lesiones en su cuerpo. Foto: Corpoguajira La incautación realizada por la fuerza pública se registra apenas un par de semanas después de que la Policía y el Ejército recuperaran nueve ejemplares marinos en una zona rural del municipio de Uribia, en este mismo departamento. Los niamles estaban listos para ser comercializados. En países, como China y Japón, las cazan por su carne que es considerada como un manjar y con sus caparazones elaboran objetos decorativos. Le sugerimos: Día mundial de las tortugas: la dura lucha por las carey De acuerdo con la autoridad ambiental, las dos especies incautadas se encuentran categorizadas En peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a la reducción significativa de su población y al deterioro de su hábitat, situación que crea un desequilibrio en el territorio marino-costero al ser transportadoras biológicas de nutrientes desde los ecosistemas marinos a los terrestres.
Miembros de la Fuerza Pública han rescatado más de 20 ejemplares en menos de dos semanas. Foto: Corpoguajira Adicionalmente, cada nidada de tortuga aporta materia orgánica a las playas, un elemento necesario para la salubridad del ecosistema. Estos reptiles también contribuyen al control de los sistemas naturales como el de los corales o los pastos marinos, por este motivo la pérdida de los quelonios afectaría gravemente al ecosistema y, en definitiva, a los humanos.