Una nueva investigación científica muestra daños severos en dos enormes glaciares de la Antártida. El Pine Island y el glaciar Thwaites han desarrollado grietas y fracturas abiertas que ponen en evidencia un debilitamiento estructural que se ha venido dando durante las últimas décadas.
A través del análisis de imágenes satelitales, investigadores de Estados Unidos y de diferentes países de Europa lograron determinar que los dos glaciares muestran modificaciones significativas que han sido generadas por los cambios en las condiciones atmosféricas y oceánicas. Las altas temperaturas tienen un impacto importante generando deshielo, que a su vez, ha provocado aumentos en los nivles del mar. Le recomendamos: La Antártida se derrite: su clima está igual al de Bogotá El estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences indica que los mencionados glaciares son responsables de aproximadamente el 5 por ciento del aumento global del nivel del mar. La situación es tan preocupante que si Thwaites colapsa completamente, se podría producir un incremento de hasta dos o tres metros en el nivel global, según dio a conocer The Science Times. El análisis de las imágenes saltelitales indica que las zonas de ruptura de estos enormes glaciares, o las áreas de severa deformación, han aumentado alrededor de un 30 por ciento desde 1992, produciéndose un aumento más rápido entre 2000 y 2010. Los dos glaciares están ubicados uno al lado del otro en la Antártida occidental en el mar de Amundsen y hacen parte de los glaciares que más rápidamente cambian en la región como consecuencia de su sensibilidad al cambio climático. Esta situación hace que se debiliten en sus cimientos. Stef Lhermitte, experto en satélites de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos, dirigió el equipo de investigadores que documentó el crecimiento de las áreas dañadas de 1997 a 2019. El estudio sugiere que podría producirse una futura desintegración de las placas de hielo que sostienen los glaciares.
"Sabíamos que estos eran gigantes dormidos que perdían muchos kilómetros de hielo, pero qué tan lejos y cuánto todavía es una gran incertidumbre", dijo Lhermitte, quien confirmó que la desintegración de las capas está en una fase inicial. Le sugerimos: El cambio climático vuelve verde a la Antártida Los dos glaciares actúan como arterias que conectan la capa de hielo de la Antártida occidental con el océano. En su base hay placas de hielo flotantes permanentes que funcionan como contrafuertes para el hielo que fluye rápidamente detrás de ellas. La región tiene suficiente hielo para elevar el nivel global del mar en 1,2 metros, según la NASA. Más análisis Hace apenas una semana se había dado a conocer otro estudio específicamente sobre el gigante glaciar Thwaites, que es casi tan grande como Gran Bretaña. En el estudio realizado por la fundación Thwaites Glacier Collaboration y desarrollado por científicos británicos y estadounidenses, se concluyó que esta enorme extensión de hielo se derritiendo a un ritmo acelerado y arroja miles de millones de toneladas de hielo al océano cada año, lo que está elevando el nivel del mar en todo el mundo. Las cifras son muy dicientes. Mientras en la década de 1990, perdía poco más de 10.000 millones de toneladas de hielo al año, ahora se ha incrementado hasta las 80.000 millones de toneladas, lo que contribuye aproximadamente al 4 por ciento del aumento anual del nivel del mar en todo el planeta.
Un sobrevuelo de la NASA en 2019 muestra el debilitamiento estructural de los glaciares. Foto: Tomada de Twitter de Stef Lhermitte, investigador de los glaciares.