El mercado de capitales del país se transformó en el presente siglo. La creación de la Bolsa de Valores de Colombia, de la Superintendencia Financiera y del Autorregulador del Mercado de Valores (AMV), la capitalitalización de Ecopetrol por medio de acciones y el nacimiento del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) marcaron, entre otros hechos, el periodo más exitoso de los 89 años de existencia del sector. Sin embargo, en medio de este panorama plagado de logros, a finales de 2012 se produjo el mayor descalabro del mercado y su protagonista fue la hasta entonces mayor comisionista de bolsa del país. Esta noticia movió los cimientos del sector y de la actividad financiera del país, además de afectar la credibilidad de los diferentes actores del sector. La crisis de Interbolsa no solo golpeo la confianza del mercado de valores, sino que generó cuestionamientos sobre varias de sus instituciones. El Autorregulador del Mercado de Valores (AMV) no fue la excepción. Este organismo privado, cuya función es promover la transparencia e integridad del mercado elevando los estándares de conducta de sus intermediarios, fue perdiendo protagonismo. Para darle un vuelco a este entorno, la Junta Directiva del AMV redefinió sus prioridades y estrategias con el fin de reposicionarlo y devolverle su relevancia en el mercado. Con estos cambios llegó el año pasado el nombramiento como presidente de Michel Janna, quien es experto en el mercado de capitales, fue director de Crédito Público y del Tesoro nacional, y ha tenido una exitosa carrera en el sector real en Colombia y Financiero en Estados Unidos. Desde entonces, el Autorregulador se ha acercado más a los intermediarios del mercado para hacerlos sus aliados en la búsqueda de un mercado más transparente, al tiempo que reenfocó su interacción con las autoridades estatales. “La entidad restableció de manera efectiva la coordinación con la Superfinanciera, con la que ha venido trabajando bajo un nuevo esquema de relacionamiento que ha demostrado ser efectivo, pues se enfoca en evitar la duplicidad de funciones de ambas autoridades”, señaló Janna. Mayores logros Luego de un año de gestión de esta administración, el Autorregulador se ha transformado. Fortaleció el monitoreo y la gestión preventiva con acciones como compartir con sus entidades miembro reportes que antes eran de su conocimiento exclusivo, con el fin de ayudar a las mismas entidades a tener mejor información y control sobre sus operaciones. Los reportes contienen información relacionada con las transacciones alejadas de condiciones de mercado, patrones de negociación entre operadores de cada entidad, señales que pudieran sugerir algún tipo de manipulación de precios de títulos y registros de operaciones de manera extemporánea. “Esta nueva alianza ya comienza a dar frutos puesto que, desde que comenzó su envío, las señales sobre operaciones de renta fija alejadas del mercado se han reducido un 42%, mientras que los registros extemporáneos en divisas han disminuido 34%”, explica el presidente del AMV. Otro de los avances de la institución está relacionado con la profesionalización del mercado de valores. Al cabo de una década de funcionamiento, el modelo de certificación del AMV se encuentra en proceso de actualización integral y, con la aprobación dada la semana pasada por la Superintendencia Financiera de Colombia, la entidad modernizará su esquema de exámenes a partir de enero del 2019. Los beneficios serán aprovechados por más de 4000 profesionales que periódicamente presentan sus exámenes de certificación como prueba de idoneidad para trabajar en el mercado de valores. Entre los cambios más relevantes se encuentran: acercarse a la práctica internacional ofreciendo exámenes más transversales, que le permitirán a los directivos, operadores y asesores tener mayor movilidad entre sectores como los de fondos de pensiones, fondos de inversión colectiva, renta fija o variable; la inclusión de temarios relacionados con administración de portafolios, regulación cambiaria, y un nuevo componente de ética, integridad y correcta asesoría que se considera crucial para la protección de los inversionistas; y una nueva plataforma tecnológica para administrar dichos exámenes. Con buena parte de los nubarrones atrás, ahora el reto del Autorregulador será mantener este nuevo rumbo para que desde su gestión pueda apoyar el desarrollo del mercado de capitales del país. Percepción positiva del sector El cambio experimentado por el Autorregulador del Mercado de Valores (AMV) en el último año no pasa inadvertido para los diferentes actores del sector. En la más reciente encuesta de percepción sobre AMV a sus miembros, el 70% de las entidades manifestaron tener una percepción positiva del organismo, versus un 55% en 2017 y 53% en 2016. Jaime Humberto López, presidente de la Asociación de Comisionistas de Bolsa de Colombia (Asobolsa), plantea: “Notamos un cambio muy positivo porque siempre hemos pensado que el Autorregulador tiene una función de supervisión muy importante, pero también tiene otra función tácita que es la de promover el mercado. Vemos un cambio muy a favor y notamos una dirección muy orientada al cliente y nosotros somos los clientes y vigilados. Estamos viviendo una época muy positiva, donde hemos encontrado mucho eco a nuestras preocupaciones”, explicó. En esta misma línea de pensamiento se encuentra Gerardo Hernández, codirector del Banco de la República y ex Superintendente financiero, quien afirma: “Veo la transformación de la AMV de una manera muy positiva. Creo que la institución logró establecer un foco y unos mecanismos de coordinación de trabajo con la Superintendencia Financiera. El nuevo presidente ha ayudado mucho a establecer una nueva forma de trabajo y a mirar temas que no se habían mirado en el pasado”. Frente a los retos de la institución, a mediano y largo plazo, Ángela Hurtado, Country Head de J.P. Morgan Colombia, afirma: “El mayor desafío es mantenerse a la vanguardia con los cambios que está teniendo el sistema financiero no solo a nivel local sino a nivel global. Colombia está mucho más integrada que hace una década y eso representa un reto increíble desde el punto de vista tecnológico y regulatorio”.