En el marco del proyecto “Conservamos la vida”, con el apoyo de la Wildlife Conservation Society Colombia, los guardaparques del Parque Nacional Puracé realizan labores de monitoreo del oso andino y danta de montaña, ambas especies en peligro de extinción. 

Ocurrió en la zona norte de esta área protegida, ubicada entre los departamentos del Cauca y Huil. Los guardaparques estaban en su hora de almuerzo y de repente vieron que a 600 metros de ellos había un oso andino (Tremarctos ornatus) merodeando en medio de los frailejones.

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Foto:Gustavo Pisso Flórez Este ecosistema está protegido por el equipo de guardaparques, además de las comunidades indígenas y campesinas de la zona del macizo colombiano.

Foto: Gustavo Pisso Flórez Este tipo de avistamientos son una buena señal del estado del ecosistema. Además demuestra que los trabajos de protección, monitoreo y conservación llevados a cabo en este lugar están teniendo resultados.  Puede leer: Un corredor de bosque en Vichada para salvar a la danta

Foto: Gustavo Pisso Flórez La danta de montaña (Tapirus pinchaque) es uno de los animales más amenazados del país. En Colombia, Perú y Ecuador, no hay más de 3.000 registros, según la Wildlife Conservation Society. A su vez, esta organización alertó que solo el 15 por ciento del hábitat de esta especie está protegido, lo que explica la disminución de su población.

Foto:Gustavo Pisso Flórez Ambas especies están en peligro de extinción por cuenta de los humanos. La caza y la destrucción de su hábitat para actividades económicas como la agricultura, ganadería o minería, son algunas de las principales amenazas. En contexto: Sólo 15 por ciento del hogar de las dantas de montaña está protegido Su desaparición, sin embargo, sería fatal para los ecosistemas que habitan. Tanto la danta como el oso ayudan a mantener en equilibrio los territorios al ser dispersores de semillas. De esta forma también se logran regenerar bosques enteros que han sido degradados. De hecho, de acuerdo con algunos estudios, la danta pasa más tiempo en bosques quemados en donde dejan sus deposiciones para recuperarlos.

Foto:Gustavo Pisso Flórez