Cartagena será la sede del encuentro de la comunidad Liderazgo de Mujeres en Juntas Directivas para reflexionar sobre la razón de porqué se habla de liderazgo femenino y no simplemente de liderazgo, cómo desarrollar las cualidades necesarias para liderar, y qué pasó en la pandemia con el liderazgo femenino.
Entre las participantes se cuenta la presencia de la gerente de responsabilidad corporativa de Ecopetrol, Carolina Ocampo; la directora de sostenibilidad Grupo Nutresa, Claudia Rivera; y la vicepresidente de articulación público privada de la Cámara de Comercio de Bogotá, Ana María Fergusson.
La agenda del evento contará con el panel del Club del 30 %, una iniciativa británica que surge en 2010, cuando un grupo de mujeres comenzó a trabajar para aumentar la participación femenina en el liderazgo empresarial. En ese momento la cifra era 12,5 por ciento. En la actualidad es del 36 por ciento, pero les tardó casi 9 años llegar al número meta que se habían impuesto del 30 por ciento.
En Colombia según los datos recolectados desde 2019 por los investigadores del Centro de Estudio en Gobierno Corporativo del CESA, aliado del Club del 30 %, muestran que la participación ha ido aumentado anualmente 1,3 por ciento.
Sin embargo, en 2021 el porcentaje de mujeres en juntas directivas de empresas emisoras de valores es del 18,7 por ciento, y en las sociedades cerradas es aún más bajo ya que está en apenas un 16,9 por ciento.
El año pasado se llevó a cabo el lanzamiento de la iniciativa Club 30 % en Colombia, en aquel tiempo el estudio de Gobierno Corporativo del CESA, encontró que la participación de las mujeres en juntas directivas es del 17 por ciento en el país y del 7,9 por ciento en Latinoamérica y el Caribe.
Esta iniciativa del Club del 30 %, busca reconocer la importancia de la mujer en la sociedad y tiene como objetivo conseguir en Colombia la cuota mínima de participación femenina en las juntas directivas de las empresas para 2023.
El Club del 30 % tiene entre sus propósitos generar mayor diversidad y equidad en los altos cargos de las diferentes compañías, además, tiene como certeza que el balance de género en estos espacios lleva a resultados financieros, administrativos y humanos más positivos.