Si bien los esfuerzos y regulaciones para detener la contaminación con residuos plásticos se han duplicado en los últimos cinco años, estos no son suficientes. En los océanos terminan más de 11 millones de toneladas de plástico cada año.  Por esta razón, y ante la necesidad de encontrar salidas urgentes que permitan de una vez por todas enfrentar esta problemática, WWF, la Fundación Ellen MacArthur y Boston Consulting Group (BCG) pidieron un tratado internacional de carácter obligatorio avalado por la Organización de Naciones Unidas.  La propuesta tiene su origen en el informe "El caso empresarial de adopción de un tratado de la Organización de Naciones Unidas para frenar la contaminación plástica", publicado el 14 de octubre. Las tres organizaciones que hicieron el estudio recomiendan a los países que hacen parte de la ONU, adoptar este tratado, un llamado al que se suman 29 grandes empresas en el mundo. La decisión se da por la urgencia de complementar la regulación y las medidas voluntarias existentes y acelerar el camino hacia una economía circular de los plásticos.  Le recomendamos: Con guía mundial proyectan hacerle frente a la contaminación con plástico  El informe revela las condiciones para que los gobiernos y las empresas avancen en la solución del problema. Por ejemplo, indica el manejo de este material presenta un gran desafío, particularmente cuando se filtra de la cadena de valor y se convierte en contaminación. Ratifica que los plásticos pueden persistir en el medio ambiente durante cientos de años, provocando daño a la naturaleza y a las personas.  Lo más grave es que se pronostica que el volumen global de plástico que ingresa al océano se triplicará en los próximos 20 años, a menos que todos los sectores trabajen juntos para eliminar plástico problemático, se migre a modelos de reutilización, se aumenten radicalmente los niveles de reciclaje y se detengan las fugas en las cadenas de valor.

Los desechos plásticos abundan en los mares. Foto: Greenpeace De acuerdo con los autores, el tratado es necesario porque establece objetivos globales y metas obligatorias, junto con planes de acción y medición, además de mejorar la planificación en las inversiones, estimular la innovación y coordinar el desarrollo de la infraestructura. Dentro del análisis se determina que un tratado global debe incluir los siguientes elementos: normas reglamentarias armonizadas y definiciones comunes en todos los mercados, planes de acción y objetivos nacionales claros que se suman para el logro de un objetivo general, métricas y metodologías de informes comunes en toda la cadena de valor del plástico y enfoques de inversión coordinados para apoyar el desarrollo de infraestructura e innovación. Si bien las iniciativas voluntarias pueden generar cambios entre las industrias más grandes, se necesita un enfoque de carácter obligatorio a nivel internacional para lograr el cambio necesario en toda la industria.   Normativas nacionales El número de países que implementan regulaciones sobre artículos de plástico de un solo uso se ha más que duplicado en los últimos cinco años. Tales regulaciones ya fueron adoptadas en al menos 115 países alrededor del mundo para 2020 y otros 22 países han declarado su intención de hacer cumplir regulaciones similares en 2021.  Sin embargo, en el 60 por ciento de los países que tienen algún tipo de legislación relacionada con el plástico, las regulaciones solo abordan las bolsas de plástico de un solo uso, un producto que representa una pequeña parte del problema. En las limpiezas de playas, por ejemplo, estas bolsas solo representan un  7 por ciento de los artículos encontrados. Esto lo que indica, según la investigación es que legislación actual, no aborda la mayor parte de los artículos contaminantes o los efectos ambientales negativos del plástico en general. Solo 48 países tienen políticas más amplias que incluyen prohibiciones, impuestos o tarifas sobre botellas de plástico, que representan un 10 por ciento de los artículos encontrados en limpiezas de playas, así como sistemas de responsabilidad de producción extendida. Solo 17 países tienen políticas que cubren más de la mitad de los artículos de desecho encontrados en la limpieza de playas. Según el estudio, los esfuerzos realizados son importantes, pero se requiere de un acuerdo vinculante y obligatorio que haga que todas las partes vayan en el mismo sentido. 

Toneladas de desechos plásticos terminan contaminando el ambiente cada año. Foto: Getty Images Respaldo empresarial La propuesta de las tres organizaciones que elaboraron el estudio es respaldada por 29 empresas globales dentro de las que se encuentran: Amcor, Danone, Mars, Nestlé, H&M, PepsiCo y Coca-Cola Company, Unilever y los supermercados Tesco y Woolworths, solo por mencionar algunas. Las empresas publicaron un manifiesto en el que señalan que “no hay tiempo que perder”, consolidándose esta como la primera acción corporativa colectiva que pide a los gobiernos que adopten un tratado para detener la contaminación por basura plástica.  “En los últimos años hemos visto una creciente demanda de las personas para detener la contaminación por residuos plásticos. Algunos gobiernos e industrias se unieron con acciones voluntarias, pero para frenar la crisis actual necesitamos un tratado global que reconozca la escala del problema. Si bien las empresas tienen la responsabilidad de abordar la contaminación dentro de sus propias cadenas de suministro, es vital un cambio sistémico más amplio. La crisis de la contaminación plástica se creó en unas pocas décadas y podría termina en una sola. Pero solo si actuamos ahora, juntos”, dijo Cristianne Close, directora de Práctica de Mercados de WWF Internacional.  El objetivo es que se presente una resolución para iniciar negociaciones sobre dicho tratado en el quinto período de sesiones de la Asamblea Ambiental de las Naciones Unidas (UNEA 5) en febrero de 2021. Le sugerimos: Los desechos plásticos ponen en riesgo la naturaleza y la economía: ONU En sesiones anteriores, la Asamblea reconoció la contaminación plástica como un problema global que, de acuerdo con un examen de UNEA en 2017, cuenta con un marco legal internacional fragmentado e ineficaz. Tanto el informe como el manifiesto empresarial destacan la necesidad urgente de desarrollar y adoptar el nuevo tratado lo antes posible. 

El uso de materiales de plástico se ha incrementado con la pandemia. Foto: Greenpeace Acuerdo vinculante “Hemos visto importantes medidas adoptadas por empresas y gobiernos para abordar la contaminación plástica en los últimos años. Más de 500 organizaciones han firmado el Compromiso Global de la Nueva Economía del Plástico, estableciendo objetivos claros para lograr que el plástico no termine como residuo o contaminación. Pero las iniciativas voluntarias por sí solas no son suficientes para resolver el problema y creemos que los gobiernos y los políticos desempeñan un papel vital. Un acuerdo global vinculante que se base en la visión de una economía circular para el plástico puede garantizar una respuesta internacional unificada a la contaminación plástica que coincida con la escala real del problema”, manifestó, Dame Ellen MacArthur, fundadora y presidenta de la Fundación Ellen MacArthur. Por su parte, Jesper Nielsen, líder de Práctica de Sostenibilidad e Impacto Social en Europa Occidental, África y Sudamérica, del Boston Consulting Group dijo que un acuerdo global podría aliviar la complejidad de las operaciones de las empresas, simplificar los informes y facilitar la inversión en toda la cadena de valor del plástico. Además del respaldo de las compañías y organizaciones al tratado, cerca de dos millones de personas en todo el mundo firmaron una petición para que los países lo adopten y más de la mitad de los estados miembros de la ONU han declarado oficialmente que están abiertos a considerar la opción de un nuevo acuerdo global.