En la noche del martes 28 de junio se presentó una emergencia en el municipio de Soacha, ubicado por la Autopista Sur de conexión con la capital, debido al clima que hubo antes de terminarse el día en que las lluvias predominaron sin cesar.
En consecuencia, empezó a aparecer espuma contaminada que superó los cuatro metros de altura.
Debido al comportamiento medioambiental y el impacto en la zona, varios de los sectores quedaron cubiertos por el material contaminado, además, algunos de los transeúntes y familias quedaron atrapadas.
En el sector de Quintanares, entre otros, las fuertes lluvias provocaron la creación de afluentes y, de manera conjunta, la producción espumosa que forma parte de las aguas residuales de un caño, por ende, su nivel contaminante es preocupante debido al material particulado que emana.
Una de las preocupaciones que expresan los habitantes del sector y zonas aledañas es que son cientos de casas las que se encuentran en este lugar, pero también hay niños que quedaron atrapados en las ‘nubes’ que se generaron. Sumado a esto, el olor de la espuma era insoportable.
Según testigos, la situación pudo originarse en un sector conocido como La Laguna. Muchas personas se vieron afectadas para volver a sus hogares.
A principios de junio, el alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, evidenció su preocupación e indignación después de cumplirse dos años de iniciadas las obras de parte de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá en la construcción de las redes sanitarias y pluviales en sus sectores, pero que a la fecha se encuentran inconclusas y abandonadas, generando problemas de salud y daños en la infraestructura vial.
Ante esta situación, el alcalde Saldarriaga denunció que le cobran a la ciudad 100 mil millones de pesos al año por concepto de alcantarillado y no atiende las emergencias cuando se requieren. Igualmente, menciona que hay frentes de obra realizados por dicha empresa que han quedado olvidadas sin darle respuesta a la comunidad y retrasando el progreso y desarrollo de Soacha.
Las obras incompletas son: construcción sistema de acueducto La Veredita con un plazo de ejecución de 12 meses; construcción del sistema Red Matriz El Vínculo con una ejecución de 16 meses; construcción de redes locales de acueducto, alcantarillado sanitario y pluvial del barrio Villa Sandra con ejecución de 12 meses y finalmente, construcción de redes locales de acueducto, alcantarillado sanitario y pluvial del sector Ciudadela Sucre con una ejecución de 30 meses.
SEMANA contactó al Acueducto de Bogotá para conocer qué le responden al alcalde Saldarriaga y aseguraron que las condiciones de los terrenos han dificultado el desarrollo de las obras.
Este caso no es el único de municipios cercanos a Bogotá. Por ejemplo, hace unos meses se presentó algo similar en Mosquera.
La Defensoría del Pueblo les solicitó a finales de abril a las autoridades ambientales y territoriales tomar medidas inmediatas para garantizar el derecho fundamental a la salud y el bienestar de los habitantes del sector de Los Puentes, a la orilla del río Balsillas.
El defensor Carlos Camargo advirtió que “los altos volúmenes de espuma, además de los malos olores, pueden generar enfermedades en la piel, problemas respiratorios y, sin duda, afecta el bienestar de esta comunidad en Mosquera”.
La entidad señaló que la situación obedece a que la cuenca hidrográfica del río Bogotá presenta un alto grado de contaminación generada a partir de vertimientos de aguas residuales domésticas e industriales, malas prácticas agropecuarias y un manejo inadecuado de basuras y vertimientos.
Camargo le solicitó a la Alcaldía de Mosquera que continúe el dragado y la limpieza del río en la zona y, de esta manera, se reduzca el impacto generado por la espuma. De igual modo, se pide adelantar cronogramas de mantenimiento en los sitios en los que aparezca este fenómeno.