A pesar de las advertencias, los feligreses de la iglesia cristiana Grace Community Church, de Sun Valley en el condado de Los Ángeles (Estados Unidos), se preparan para la conferencia anual que atrae a más de 3.000 creyentes en el mundo y que se realiza a puerta cerrada.

Durante los últimos seis meses, la congregación y su pastor han desafiado a las autoridades sin usar el tapabocas y afirmando que la pandemia es un engaño, por lo que se negaron a cancelar el evento anual que se realizará en el campus Roscoe Boulevard del 3 al 5 de marzo.

Durante la conferencia se realizarán alabanzas con oradores y sesiones más pequeñas en todo el complejo de la iglesia, lo que preocupa por las aglomeraciones y el riesgo de que el evento se convierta en un foco de propagación masiva.

Durante la conferencia del año pasado, dos hombres que asistieron provenientes de Washington murieron después por consecuencias derivadas de la covid-19, aunque no se pudo establecer si fueron contagiados durante el evento.

A pesar de que se les ha enviado correos y se han hecho llamadas, los organizadores de la Conferencia se han negado a responder cualquier mensaje o comentario sobre los protocolos que van a implementar para proteger a los asistentes del coronavirus.

Por su parte, los residentes de zonas aledañas al lugar les piden constantemente a los feligreses que asisten a los encuentros dominicales que usen tapabocas y han advertido de los estragos que causa para la salud pública las actitudes de los feligreses.

SUN VALLEY, CA - SEPTEMBER 04: A grounds keeper trips the grass at Grace Community Church on Friday, Sept. 4, 2020 in Sun Valley, CA. (Irfan Khan / Los Angeles Times via Getty Images) | Foto: 2020 Los Angeles Times

De hecho, la iglesia está ubicada en una área que continúa teniendo una de las tasas de contagio más altas de covid-19 en el condado de Los Ángeles.

Recientemente, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que los servicios religiosos dentro de las iglesias estaban permitidos con ciertas restricciones, pero la conferencia no califica como un servicio de adoración y por ello deberá estar prohibida.

“El condado está muy preocupado por los impactos en la salud pública de este evento, especialmente porque seguimos viendo el impacto devastador del reciente aumento, que incluye un alto número de casos y un gran número de nuestros residentes enfermos en el hospital”, dijeron funcionarios de salud pública en una declaración.

Para asistir, los interesados deben pagar US$399 y firmar una exención que excluye de toda responsabilidad a los organizadores del evento. Entiendo que cada actividad plantea riesgos inherentes de exposición y/o contracción del virus de covid-19″, y señaló que “las máscaras tienen capacidad limitada en cuanto a la prevención de infecciones por contraer covid-19 “, según una versión archivada de la página web de la conferencia.

Los asistentes no están obligados a usar tapabocas, pero la congregación los invita a usarlas y los proporcionará en caso de que los soliciten. También, se proporcionará desinfectante de manos y se recomienda lavarse las manos con frecuencia, de acuerdo con la exención.

Desde el año pasado, las autoridades del condado de Los Ángeles y los miembros de la iglesia han mantenido un conflicto debido a que los feligreses se niegan a implementar el uso del tapabocas poniendo en riesgo la salud de los residentes del lugar.

En agosto, el condado demandó a la iglesia después de que comenzara a realizar servicios de adoración en instalaciones y han estado en una batalla legal desde entonces.

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Durante gran parte del año pasado, los pastores de la iglesia han asegurado que nadie en su personal o feligreses se había enfermado de coronavirus. Pero la afirmación es contradicha por los funcionarios de salud pública.

Hasta el momento, los organizadores del evento mantienen su posición de realizar la congregación por encima de las normas establecidas.