Recientemente se reportó el caso de un hombre calvo que fue decapitado durante un ataque en Mozambique por un grupo de delincuentes que llevaron a cabo esta acción para vender su cabeza a un cliente de Malí.
No obstante, antes de cerrar la venta, el cliente desapareció, por lo que los criminales tuvieron que buscar la forma de deshacerse de la cabeza de esta persona, según contó el periodista Jose Tembe, de la BBC.
Por tal razón, la Policía del lugar encontró la cabeza tirada en la ciudad central de Muandiwa y comenzó con la investigación respectiva del caso.
Lo más impresionante es que este no es un caso aislado, pues estos hechos se han vuelto más populares en algunas zonas del país africano, ya que estos “asesinatos-rituales” contra los hombres sin cabello ocurren porque se cree que sus cabezas contienen oro.
En 2017 hubo algunos reportes de casos parecidos, pues las cabezas de dos sujetos sin cabello fueron encontradas en la localidad de Milange, e incluso el cuerpo de uno de los dos fue encontrado con órganos extirpados, de acuerdo con el reporte de The Guardian.
En ese momento fueron capturados dos hombres que tenían relación con los asesinatos, pues según lo que dijeron posteriormente, los órganos de estas dos personas fueron extraídos para ser utilizados después por curanderos en rituales que “promoverían las fortunas de sus clientes en Tanzania y Malaui”.
“Sus motivaciones provienen de la superstición y la cultura: la comunidad local piensa que los individuos calvos son ricos”, explicaba en 2017 Inacio Dina, portavoz de la Policía del lugar.
Otros hechos ocurridos en el mundo
Siete personas murieron en un atentado con bomba contra un minibús en Herat, en el oeste de Afganistán, en un barrio predominantemente chiita.
La explosión también dejó nueve heridos, según información entregada este sábado 22 de enero por parte de las autoridades locales a la agencia de noticias AFP.
“Entre los siete fallecidos había cuatro mujeres”, anunció el jefe del hospital regional de Herat, Arif Jalali.
La explosión fue confirmada por la oficina local de inteligencia y “según los primeros elementos, la bomba estaba colocada en el depósito del vehículo”, explicó un portavoz, Sabit Haarwi. El atentado también fue confirmado por la Policía de Herat.
La situación de seguridad en Afganistán ha mejorado considerablemente desde que, en agosto, los talibanes tomaron el poder y las tropas estadounidenses se retiraron del país, después de 20 años de guerra de desgaste contra su presencia militar.
Sin embargo, siguen produciéndose ataques, algunos de ellos reivindicados por el grupo Estado Islámico-Khorasan (EI-K), la rama local de la organización Estado Islámico
*Con información de la AFP.