El proyecto lo adjudicó la Alcaldía de Enrique Peñalosa como parte de las 15 obras que prometió con los dineros de la valorización que se cobraron durante su administración. Se trata del llamado Centro de la Felicidad en Chapinero, también conocido como Centro de la Felicidad El Retiro, que se debía entregar en el mes de octubre de este año.

Actualmente, el avance de esta obra, en la cual se invertirán en total casi 80.000 millones de pesos, no supera el 32 %.

Vecinos del sector alertaron sobre el abandono del proyecto por parte de los trabajadores que normalmente venían levantando la construcción. Se llevaron andamios y otros elementos con los que venían desarrollando la obra, según dijeron.

En la zona, Juan Diego Alvira pudo comprobar que los trabajos están suspendidos, salvo algunas tareas complementarias.

Lo que hay de fondo es una disputa legal que ya llegó a instancia de un tribunal de arbitramento por diferencias entre el contratista y el subcontratista. Resulta que esa obra tiene varias particularidades.

Una de ellas es que el presupuesto salió del recaudo de la valorización, que estuvo a cargo del IDU, pero en realidad fue la Secretaría de Cultura la que quedó a cargo de su ejecución, por tratarse de una especie de parque vertical, que tendrá teatros entre otros espacios culturales.

La otra particularidad es que la Secretaría de Cultura contrató al Consorcio El Retiro, compuesto por la constructora Colpatria y Contein, y ellos a su vez subcontrataron las obras con una firma que se llama Sáenz Luis Cadena.

En agosto de este año surgieron unas diferencias frente a la velocidad de la ejecución de las obras y por eso se fueron a pleito. Lo cierto es que de los 10 pisos prometidos, hoy en día solo hay cinco.

En octubre de 2020, cuando el mandato de Claudia López cumplía nueve meses, la propia alcaldesa fue al lugar para inspeccionar las obras. En ese entonces, los constructores se comprometieron con ella a que la obra iba a estar funcionando en diciembre de 2021. Casi un año después de esa meta, el sueño está lejos de ser una realidad.

El acta de inicio de esa obra se firmó a finales de enero de 2020. El plazo inicial de ejecución fueron 20 meses y por cuenta de la pandemia se autorizó una prórroga de 13 meses, es decir, el plazo se venció en octubre de este 2022. Hace algunos días se concedió un nuevo plazo, de seis meses, que la misma Secretaría de Cultura reconoció será difícil de cumplir.

Lamentablemente, cuando se habla de demoras en los tiempos de ejecución, eso implica que habrá costos adicionales. El cálculo que hace Iván Darío Quiñones, subdirector de Infraestructura de la Secretaría de Cultura, es que la obra costará unos 20 mil millones de pesos adicionales a los 80 mil que inicialmente se presupuestó, contando el pago de la interventoría.

¿Quién pondrá la plata si el dinero que se destinó a esa obra se les cobró a los ciudadanos anticipadamente? El ingeniero Quiñones, de la Secretaría de Cultura, dijo que la Alcaldía de Bogotá asumiría esos costos, pues hay una promesa con los ciudadanos de que ese centro de felicidad se entregará funcionando.

Esta semana, la Secretaría de Cultura y el consorcio están decidiendo cuál será el subcontratista que reanudará las obras, en ese extraño modelo de contratación en el que evidentemente quien debe responder es el consorcio El Retiro, que fue al que contrató la Secretaría de Cultura inicialmente para la ejecución de la obra.

El Centro de la Felicidad de Chapinero es una de las 15 obras que la alcaldía de Enrique Peñalosa dejó en un listado para que fueran financiadas con el dinero recaudado por la valorización. De ellas, hay tres que están suspendidas indefinidamente y otras dos que tienen suspensiones parciales en algunos frentes. De todas, la única que ya se entregó a la ciudadanía es el ciclopuente “canal Molinos”, ubicado en la calle 119 con Autopista Norte.