La mala calidad del aire vuelve a ser noticia en Bogotá. En esta ocasión, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) declaró la alerta de prevención por las deficiencias en la calidad del aire en la localidad de Ciudad Bolívar, al sur de la capital del país.
Esto luego de monitorear la estación El Mochuelo, la cual muestra niveles elevados de concentración de material particulado, 2.5 micras, y que de acuerdo con las normas nacionales y disposiciones internacionales es considerado un contaminante de alto impacto en la salud ya que puede afectar las vías respiratorias, causando irritaciones de la mucosa, alergias o efectos dañinos para las plantas u otros efectos.
“El análisis de datos y medias móviles de 24 horas señalan la predominancia de un índice de calidad del aire categorizado como dañino a la salud de grupos sensibles, por tanto, sugerimos a la ciudadanía y las autoridades locales y regionales adoptar las medidas correspondientes a fin de reducir los niveles de contaminación atmosférica en el área rural de Bogotá - Mochuelo”, informó Edwin García, director de Laboratorio e Innovación Ambiental de la CAR.
La entidad informó que habrá restricción de operación de las fuentes fijas puntuales ubicadas en establecimientos industriales que operen con combustibles sólidos (carbón, madera, biomasa, etc.).
De igual modo, la CAR recomendó a la Alcaldía local de Ciudad Bolívar implementar medidas que disminuyan la circulación del parque automotor de carga dentro la zona en horas críticas de contaminación y de baja ventilación atmosférica de la siguiente manera:
• De carga únicamente modelos superiores a 10 años, modelos 2012 y anteriores: lunes a sábado entre 6:00 a. m. a 11:00 a. m. y de 4:00 p. m. a 10:00 p. m.
• Para vehículos particulares y motos: lunes a sábado 6:00 a. m. a 9:00 a. m. y de 4:00 p. m. a 8:00 p. m.
Sin embargo, no se podrá limitar la operación de: vehículos eléctricos y de cero emisiones, excepciones al transporte de carga (alimentos, animales vivos, entre otros), caravana presidencial, vehículos de servicio diplomático, carrozas fúnebres, vehículos del estado, vehículos automotores de emergencia o de personas en condición de discapacidad.
De acuerdo con el director de Laboratorio e Innovación Ambiental de la CAR, “estas medidas son de carácter transitorio, surten efectos inmediatos y se mantendrán vigentes hasta tanto desaparezcan las circunstancias que originaron la declaratoria del nivel de prevención”.
De otro lado, la CAR pidió a la ciudadanía evitar actividad física prolongada al aire libre para población clasificada como grupos sensibles, en especial niños, adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedad cardiaca o pulmonar, hacer uso racional del transporte en vehículo particular, utilizar transporte público y optar por teletrabajo y postergar las actividades fuera de la casa de ser posible.
Cabe recordar que, a principios de febrero, la Alcaldía se vio obligada a declarar la alerta fase uno por la mala calidad del aire en la ciudad a raíz de los incendios forestales que aquejaron al país a principios de año, principalmente en los departamentos de Guaviare y Caquetá.
Y aunque después de cinco días el Distrito levantó la alerta, lo cierto es que la mala calidad del aire siempre ha sido un común denominador en Bogotá, principalmente en las localidades del suroccidente en la ciudad.
Bogotá es la cuarta ciudad más contaminada y con peor calidad del aire de Latinoamérica, solo detrás de Santiago de Chile, Lima y Ciudad de México. El año anterior se ubicó como la ciudad capital número 42 con la peor calidad del aire del mundo entero, según los datos de IQAir.
La principal fuente de contaminación en Bogotá es la movilidad. Los carros, los camiones de carga y el transporte público representan el 60 % del total de los gases de efecto invernadero, pero las industrias y hasta las calles sin pavimentar también hacen parte de esta alarmante radiografía.
El sur de la capital del país es la zona más afectada por la mala calidad del aire. Kennedy, Fontibón, Usme y Puente Aranda son las localidades en donde más confluyen todos los ingredientes de este tóxico e infeccioso coctel.
“Se trata de un círculo vicioso en donde los problemas de pobreza, medioambiente y alta densidad de población se relacionan mucho con la mala calidad del aire”, afirmó Tatiana Céspedes, de Greenpeace, una ONG especializada en medioambiente.
Esta situación no es ajena a la propia Secretaría Distrital de Ambiente, que reconoce que en la capital no se respira el mejor aire. “Bogotá es una ciudad que consume muchos combustibles fósiles y tiene una matriz productiva que no ha emprendido una transición energética. Lleva muchos años siendo honesta y transparente, y no es ningún secreto el hecho de que no siempre estamos respirando el mejor aire en la ciudad”, indicó la secretaria Carolina Urrutia.