Juan Diego Alvira se internó en la emergencia producida por la avalancha que se llevó casas, carros, postes, árboles y, lamentablemente, la vida de dos personas. El vigilante Javier Velilla, de 33 años, sigue desaparecido después de tres días de intensa búsqueda y la carretera principal de acceso a La Calera sigue cerrada.

Sin embargo, algunos afectados por la avalancha, ubicados en los sectores de San Antonio y San Luis que pertenecen a Bogotá, lanzaron críticas a la alcaldesa Claudia López. Dicen que las autoridades llegaron al lugar casi 24 horas después de la emergencia, cuando la comunidad ya había retirado gran parte de los escombros e incluso habían encontrado el cuerpo de Hollman Alejandro Rodríguez, uno de los fallecidos. La otra persona muerta fue identificada como Ángela Patricia Peñarete, quien fue arrastrada por el alud mientras viajaba en su motocicleta.

“La Alcaldía hizo promesas cuando hubo campaña, pero en ningún momento nos ayudaron con las vías ni las carreteras, nunca. Después de semejante tragedia, ahora sí vienen a sacar pecho”, dijo una de las habitantes del municipio visiblemente molesta y que además considera que esta fue una tragedia anunciada.

De hecho, la alcaldesa Claudia López reconoció que 124 árboles que están a los lados de la vía entre Bogotá y La Calera deben ser talados y se preguntó por qué la CAR nunca lo hizo. Por cuenta de esta emergencia, 42 viviendas se vieron afectadas, de la cuales 2 tuvieron que ser evacuadas por riesgo inminente de colapso.

A partir del kilómetro 6, subiendo hacia el popular alto de Patios, que es uno de los típicos recorridos de los ciclistas, no queda otra alternativa que caminar para llegar a sus casas o en el sentido contrario para ir a sus lugares de trabajo o de estudio. Todavía es incierto cuándo se podría reabrir la carretera. Sin embargo, la alcaldesa Claudia López contó que, por fortuna, ninguna familia tuvo que pernoctar en el albergue. Lo que sí ocurrió es que varias personas tomaron colchonetas y otros elementos para pasar la noche en sus casas.

En el recorrido, llamó la atención de Juan Diego Alvira el hecho de que la imagen de San Antonio, que es muy emblemática en el pueblo, quedó intacta a pesar de que estaba justo en el corazón de la emergencia. “La comunidad, acá todos unidos, trabajamos 24 horas (...) La Alcaldía llega 24 horas después, cuando llevábamos removido un 60 o 70 % del lodo y ya se tenía parte de la vía habilitada”, dijo una de las habitantes. Otro ciudadano de la zona dijo que “era un descuido total de la Alcaldía Mayor y de la Alcaldía menor de Chapinero”.

Los colegios de la zona mantendrán por estos días clases virtuales, ante la imposibilidad de que los niños lleguen a la institución. De hecho, el colegio Tilatá está haciendo evaluaciones estructurales para saber si su infraestructura quedó en condiciones para recibir a los niños, pues el derrumbe más grande ocurrió justo al frente de sus instalaciones.

Aunque la emergencia ocurrió en zona rural de Bogotá, la situación entró a engrosar las cifras de damnificados de la ciudad y el departamento de Cundinamarca que hasta ahora tiene 72 municipios afectados, más de mil familias damnificadas y 304 vías cerradas. En La Calera, muchas zonas tienen suspendidos los servicios públicos o con ciertas intermitencias.

A nivel nacional, la temporada de invierno ha dejado a más de 496 mil personas damnificadas, le ha cobrado la vida a 208 personas y mantiene a 53 personas desaparecidas, de acuerdo con el último balance que entregó la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos y Desastres. Las zonas del país con mayores afectaciones son Antioquia, Cundinamarca, Atlántico, Bolívar, Cauca, Santander, Norte de Santander y Chocó, entre otros.