Más de 16 especies de reptiles y anfibios habitan en las islas de Providencia y Santa Catalina, según la línea base de información de biodiversidad del Instituto Humboldt, una herramienta que sirve como punto de partida para las estrategias de recuperación y restauración ecológica luego del paso del huracán Iota. El estado de la población de estos dos grupos de la fauna colombiana representa una de las mayores preocupaciones para los expertos, ya que la mayoría de los ecosistemas de Providencia, como el bosque seco y el manglar, se vieron altamente afectados por los fuertes vientos generados por Iota. Le recomendamos: Dos meses después del paso de Iota, la biodiversidad renace en Providencia Sin embargo, los primeros reconocimientos en campo de los investigadores de los Institutos Humboldt y Sinchi, en especial en las zonas aledañas al embalse Fresh Water Bay, indican que los reptiles y anfibios cuentan con una alta capacidad de resiliencia.

En zonas aledañas al embalse Fresh Water Bay fue registrado el gecko Aristelliger georgeensis, reptil que en Colombia es nativo del archipiélago. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt). Uno de los primeros hallazgos fue del lagarto de Providencia (Anolis pinchoti), un reptil endémico de la isla. Según Andrés Acosta Galvis, curador de la colección de anfibios y reptiles del Instituto Humboldt, esta especie cuenta con una historia interesante. “Antes se pensaba que esta especie era la misma que el Anolis concolor o lagarto de San Andrés. Pero la ciencia, a través de estudios moleculares, demostró que era una especie distinta y las separaron. El Anolis pinchoti no habita en ningún otro sitio del planeta”, dijo Acosta. Alta capacidad de resilencia  El lagarto de Providencia era una de las especies que más les causaba zozobra a los expertos del Instituto Humboldt. “Estos lagartos no están casi en tierra y dependen mucho de los arbustos, vegetación que se vio demasiado afectada por el paso del huracán Iota. Sin embargo, dos meses después del desastre, logramos registrar varios individuos”. Acosta encontró varios lagartos de Providencia, tanto juveniles como adultos, en la vegetación sobreviviente. “Tan solo en una rama identificamos hasta cinco lagartos. Estos reptiles, con tamaños entre los cinco y 10 centímetros, cuentan con una población abundante en la isla”.

Leptodactylus insularum es una rana que en Colombia solo habita en Providencia. Foto: Ruby Marcela Pérez (Instituto Humboldt). El gecko Aristelliger georgeensis, reptil que en Colombia es nativo del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y que también habita en algunas islas de las Antillas y Centroamérica, ha aparecido más moderadamente. “Este gecko es menos abundante en la isla. En una caminata nocturna contamos ocho adultos y dos juveniles en la parte más alta del embalse Fresh Water Bay. Los vimos en sitios ubicados entre los 20 y 50 centímetros del suelo, pero también pueden habitar en árboles con alturas superiores a los 1,5 metros”, menciona Acosta. El canto de la rana Otro reptil que los expedicionarios pudieron captar fue el lagarto negro (Ameiva fuliginosa), también endémico de la isla. “Vimos uno durante el día camuflado entre los escombros. Este reptil, que en la isla le dicen lisa, es subterráneo y hace cuevas en los escombros”, precisa el experto del Humboldt. Además de los lagartos, las ranas también son protaginistas en la amplia biodiversidad de providencia. Los científicos hallaron muchos ejemplares de la Leptodactylus insularum, una rana que en Colombia solo habita en Providencia. Acosta alcanzó a contar hasta 100 ranas en el primer día de reconocimiento de campo. Le sugerimos: Huracán Iota afectó el 90% del bosque seco tropical de Providencia  “Encontramos adultos y juveniles, tanto machos como hembras, vocalizando y reproduciéndose en la vegetación aledaña a una de las quebradas de la microcuenca. Estos hallazgos fueron registrados de día, cuando empezamos a subir por Fresh Water. El primer indicador de su presencia fueron las vocalizaciones. Hay una abundancia relativa de esta especie en la isla”, precisó Acosta.

Andrés Acosta Galvis, curador de la colección de anfibios y reptiles del Instituto Humboldt Según el herpetólogo del Humboldt, esta especie de rana cuenta con una amplia distribución en otros sitios del continente, como las Antillas y varias islas del Caribe. “Es semiacuática, es decir que habita en cuerpos de agua que no son permanentes”. Cuando llegan las lluvias y se forman charcas en el suelo, estas ranas las utilizan para reproducirse. “Su canto es similar al que hace una gota al caer en un cuerpo de agua. Este sonido lo hacen los machos para llamar a las hembras, quienes construyen un nido de espuma donde se desarrollan los renacuajos”, informó Acosta. Especies invasoras   Otro capítulo protagonizan las especies que han sido introducidas en la zona. Acosta manifestó que la expedición Cangrejo Negro por Providencia tiene como objetivo estudiar por lo menos 10 especies de reptiles y anfibios. Sin embargo, recalca que también es necesario analizar las especies que no son originarias.  “Hay información documentada desde 1919 sobre la introducción de especies en el archipiélago, como la boa y una iguana gris rayada que fueron introducidas por el hombre en diferentes momentos”. Este tema hará parte de la estrategia de restauración y recuperación de la isla, ya que las especies introducidas causan serias afectaciones en la población de animales y plantas nativas. “La introducción de especies desbalancea las poblaciones nativas y endémicas, por lo cual debemos estudiar el tema a profundidad y darle prioridad. Estas afectaciones, a largo plazo, son una forma de extinción”.