Un grupo de estudiantes de la Universidad de Eindhoven -en los Países Bajos-, junto con la empresa de reciclaje UBQ, han reutilizado botellas de PET, plásticos ABS, otros residuos domésticos y materiales contaminantes para dar forma a Luca, un auto eléctrico que podría revolucionar el mercado. "El equipo quiere demostrar que la tecnología sostenible puede ser atractiva, implementando los residuos como un material valioso en un automóvil de aspecto deportivo", afirmaron los estudiantes.  "El chasis de Luca está hecho de lino, tereftalato de polietileno reciclado (PET) y polipropileno (PP), los asientos están fabricados de fibra de coco y pelo de caballo. Y las partes trasera y delantera del chasis tienen su origen en un tubo de aluminio reciclado”, agregaron. Le sugerimos: Colombia tendría 190.000 vehículos eléctricos en 2030 Luca posee dos motores eléctricos, pesa 360 kilogramos sin baterías -menos de la mitad que autos convencionales-, alcanza una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora y tiene una autonomía de 220 kilómetros. 

Una mirada de Luca en su interior. "La carrocería del auto está hecha de ABS reciclado, un plástico duro que se usa en muchos productos de consumo, como juguetes, televisores y productos de cocina. El auto adquiere su color amarillo debido a una envoltura, una lámina de color, en lugar de un trabajo de pintura. Esta lámina se puede quitar sin dejar residuos. Esto deja un plástico limpio que requiere poco o ningún refinamiento en su flujo de reciclaje. Las ventanas laterales y traseras también están hechas de materiales reciclados. El proceso de reciclaje le da a las ventanas un lujoso tinte negro", explicaron los jóvenes.

Los asientos del carro están elaborados con fibra de coco.  En su interior, el vehículo eléctrico también fue desarrollado con materiales desechables. Sus asientos están hechas con fibra de coco y crin. La tela que rodea los cojines está hecha de PET reciclado. Otros de los elementos del auto fueron hechos a base de residuos domésticos, como cáscaras de bananas o pañales. El encargado de desarrollar este material fue la empresa de reciclaje UBQ, quien explicó cómo funciona el proceso para desarrollar este material a base de residuos.  "La startup recolecta y tritura toneladas de basura, remueve los materiales abrasivos como minerales y metales, descompone todo en partículas minúsculas y produce unas pelotitas o pellets que se pueden usar para fabricar cualquier cosa que se pueda hacer con plásticos tradicionales, hormigón o madera", explicó el director de UBQ Jack Bigio.  Le recomendamos: Construirían carreteras de plástico que recargan los vehículos eléctricos La empresa nació porque "nos preocupaba que, lamentablemente, en el mundo en que vivimos la mayoría de los materiales que consumimos terminan en basurales o vertederos, y que solamente un 5 por ciento se recicla a nivel mundial", concluyó Bigio.