Para nadie es un secreto que el humano es la principal amenaza para los ecosistemas. Su constante contaminación, además de las intervenciones para actividades económicas, matan estos lugares ricos en biodiversidad. Los humedales, por ejemplo, son los cuerpos de agua más afectados de la cuenca del río Bogotá. La basura, las conexiones erradas, y el vertimiento de líquidos tóxicos, entre otros, los tienen en cuidados intensivos. Le puede interesar: Siguen las denuncias por obras en tres humedales de Bogotá Ahora, los humedales también se enfrentan a otra amenaza: los perros ferales. La palabra viene de feralis, que significa fiera, y es básicamente lo que son estos animales. Pueden ser perros que nacieron completamente alejados de los humanos u otros a los que abandonaron y por esta razón rompieron cualquier vínculo con las personas. A raíz de esto se convierten en animales salvajes que cazan fauna silvestre.
El humedal de Jaboque, ubicado en la localidad de Engativá al noroccidente de la capital, entonces, tiene perros ferales. Usuarios de Twitter hablan de una jauría de cerca de 10 perros que amenazan constantemente a las especies que habitan en este lugar. Le recomendamos: La rara ave de plumas rojas que apareció en uno de los humedales de Bogotá Jaboque es el segundo humedal más grande después de Juan Amarillo o Tibabuyes entre Suba y Engativá. A su vez, alberga una amplia variedad de especies de fauna y flora. Animales como la rana y la culebra sabanera, la ardilla y la comadreja habitan en este lugar. En cuanto a las aves, se han registrado cerca de 121 especies especialmente de tinguas, rascones, garzas, tángaras y toches.
Búhos campestres habitan en los humedales. Fotos: Jaime Andrés Herrera. El búho campestre, que hace algunos años había desaparecido de la Sabana y ahora regresó, también habita en este humedal. Los perros ferales, en consecuencia, representan un grave riesgo para estas especies, especialmente para las aves que están anidando en estos momentos. Los búhos suelen hacer sus nidos en el pasto y sus crías solo vuelan hasta que cumplen cinco semanas de nacidos. Puede leer: Regresó el cangrejo sabanero a Tocancipá La tingua bogotana, una especie de ave endémica de los humedales del altiplano cundiboyacense, que hoy está en peligro de extinción, también está siendo atacada por estos perros.
La situación es preocupante en uno de los cuerpos de agua más importantes de la cuenca. La fauna silvestre de la zona, que es en gran parte endémica del altiplano cundiboyacense, se enfrenta ahora a este nuevo riesgo. Los defensores de estos humedales están alzando su voz en redes sociales para intentar llamar la atención de las autoridades ambientales para que tomen cartas en el asunto, antes de que sea demasiado tarde. * Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.