Desde la Universidad de Warwick, en Coventry, Inglaterra, un grupo de astrónomos lograron observar el momento exacto en que escombros provenientes de un planeta destruido se chocó con la superficie de una estrella enana blanca. Evento que sería clave en la investigación sobre este tipo de astros.
Los resultados del estudio fueron publicados por la revista Nature, y corresponden a la primera medición directa de material rocoso que se acumula en una estrella enana blanca y, por lo que este evento se ha tomado como una posible evidencia del acaparamiento de material en más de mil estrellas, teoría que se ha mantenido durante décadas en este sector científico.
Se recalcó que el evento observado habría ocurrido hace miles de millones de años de la formación del sistema planetario al que perteneció el cuerpo celeste destruido. “Han utilizado rayos X para detectar el material rocoso y gaseoso que deja un sistema después de que su estrella anfitriona muere al chocar y se consume dentro de la superficie”, así lo explicó el portal de la Universidad de Warwick sobre el método usado y la situación evidenciada por los astrónomos.
“Finalmente hemos visto material entrando realmente en la atmósfera de la estrella. Es la primera vez que hemos podido derivar una tasa de acreción que no depende de modelos detallados de la atmósfera de la enana blanca. Lo que es notable es que concuerda bien con lo que se ha hecho antes”, fueron las declaraciones del Dr. Tim Cunningham, del departamento de Física de la Universidad de Warwick.
En su intervención, el doctor Cunningham hace referencia a la evidencia indirecta que se ha venido recolectando durante varios años por diferentes astrónomos, ya que se tenía la creencia que estas estrellas enanas blancas acumulaban los desechos de planetas y objetos que orbitan a su alrededor, a través de un fenómeno al que llamaron acreción o acrecimiento.
Según informaron los expertos, se ha utilizado por muchos años la espectroscopia en longitudes de onda óptica y ultravioleta, esto como método para determinar cuánto material reposa sobre la superficie de la estrella, además de calcular la composición del objeto del que proviene.
Así entonces, la evidencia recolectada hasta ahora afirmaba que entre el 25 % y el 50 % de las estrellas enanas blancas contienen elementos como hierro, calcio y magnesio, los cuales estarían contaminando sus atmósferas, luego de la acumulación activa del material a través de la acreción.
Pero, luego de la observación realizada por los astrónomos en Inglaterra, se logró evidenciar cuánto material era atraído hacia la estrella directamente y, según la intervención de Cunningham los cálculos que se tenían concuerdan con las investigaciones previas.
“Esta detección proporciona la primera evidencia directa de que las enanas blancas actualmente acumulan los restos de viejos sistemas planetarios. Sondear la acreción de esta manera proporciona una nueva técnica mediante la cual podemos estudiar estos sistemas, ofreciendo un vistazo al destino probable de los miles de sistemas exoplanetarios conocidos, incluido el nuestro”, agregó el doctor Cunningham con respecto a la relevancia e importancia de los resultados obtenidos en el estudio.
También aseguró que era un sistema diferente a lo usado anteriormente, lo que les permitía probar otras formas de medición. “Lo realmente emocionante de este resultado es que estamos trabajando en una longitud de onda diferente, los rayos X, y eso nos permite probar un tipo de física completamente diferente”, explicó Cunningham.
Recordó, finalmente, que las estrellas, en su mayoría, incluidas las que se parecen al sol, tienen como final convertirse en una enana blanca, y durante los estudios astronómicos se han descubierto más de 300 mil de este tipo de astros en la vía láctea.