Un equipo internacional de científicos, dirigido por investigadores de la Universidad de Adelaida y la Universidad de Copenhague, llevó a cabo un estudio en el que se analizaron las causas del proceso de extinción del mamut lanudo desde hace aproximadamente 20.000 años.
La investigación de los científicos, publicada en la revista Ecology Letters, reveló que los humanos tuvieron un papel importante en la extinción de estos animales en Eurasia, más allá de los efectos negativos que pudieron haber causado los cambios climáticos de la época en los mamuts.
“Nuestra investigación muestra que los humanos fueron un impulsor crucial y crónico de la disminución de la población de mamuts lanudos, teniendo un papel esencial en el momento y el lugar de su extinción”, aseguró en un comunicado el autor principal, el profesor asociado Damien Fordham.
Fordham, miembro del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de Adelaida, también explicó que para el estudio fueron implementados modelos informáticos, fósiles y análisis de ADN antiguo. “Hemos identificado los mismos mecanismos y amenazas que fueron parte integral del declive inicial y posterior extinción del mamut lanudo”, agregó el experto.
Los hallazgos identificados a partir de fósiles y ADN antiguo apuntaron a que los humanos aceleraron la extinción de los mamuts lanudos hasta 4.000 años en algunas regiones.
“Sabemos que los humanos explotaron a los mamuts lanudos para obtener carne, pieles, huesos y marfil. Sin embargo, hasta ahora ha sido difícil desenredar los roles exactos que el calentamiento climático y la caza humana tuvieron en su extinción”, añadió el profesor asociado Fordham.
El estudio también muestra que es probable que los mamuts lanudos hayan sobrevivido en el Ártico durante miles de años más de lo que se pensaba anteriormente.
Al parecer estos animales existieron en pequeñas áreas de hábitat con condiciones climáticas adecuadas y bajas densidades de humanos.
“Nuestro hallazgo de persistencia a largo plazo en Eurasia confirma de forma independiente la evidencia de ADN ambiental publicada recientemente que muestra que los mamuts lanudos deambulaban por Siberia hace 5.000 años”, afirmó el profesor adjunto Jeremey Austin del Centro Australiano de ADN Antiguo de la Universidad de Adelaida.
Por su parte, el profesor asociado David Nogues-Bravo de la Universidad de Copenhague explicó que estos análisis “refuerzan y resuelven mejor el caso de los impactos humanos como motor de la disminución de la población y el colapso del rango de megafauna en Eurasia durante el Pleistoceno tardío”.
“También refuta una teoría prevaleciente de que el cambio climático por sí solo diezmó las poblaciones de mamuts lanudos y que el papel de los humanos se limitaba a los cazadores que daban el golpe de gracia. Y muestra que las extinciones de especies suelen ser el resultado de interacciones complejas entre procesos amenazantes”, concluyó el experto.
Finalmente, los investigadores hicieron énfasis en que el camino hacia la extinción del mamut lanudo fue largo y duradero, comenzando muchos milenios antes del evento de extinción final.
Por otra parte, en septiembre de este año se conoció que una empresa de biotecnología estadounidense está proponiendo resucitar al extinto mamut lanudo con un híbrido de elefante. Al estilo Jurassic Park.
Los científicos se han imaginado un futuro en el que el gigante con colmillos de la Edad de Hielo es devuelto a su hábitat natural. Esta investigación ya recibió un gran apoyo económico, con el anuncio de una inversión de US$ 15 millones.
Los propulsores de este proyecto afirman que traer de regreso al mamut en una forma modificada podría ayudar a restaurar el frágil ecosistema de la tundra ártica, combatir la crisis climática y preservar el elefante asiático, en peligro de extinción, con el que el mamut lanudo está más estrechamente relacionado, como recoge el medio norteamericano CNN.
*Con información de Europa Press.