Las redes de enmalle, trampas y nasas y otros dispositivos de pesca están agravando el problemas de los plásticos en los océanos. Estos al ser abandonados, perdidos o descartados reciben el nombre común de redes fantasma y le causan daño al 66 por ciento de las especies de mamíferos marinos, al 50 por ciento de las aves que habitan en el mar y al 100 por ciento de las tortugas, llevándolos a una muerte lenta y dolorosa. También puede perjudicar a los arrecifes de coral y los manglares.
Una vez abandonados en el mar estos objetos pueden seguir atrapando a otras especies durante años. Las redes fantasma, constituyen la forma de desechos marinos plásticos más letal, daña hábitats vitales y representa un riesgo para la navegación e inestabilidad para las comunidades que dependen de los recursos marinos. Le puede interesar: Mortantad de tortugas enredades en plástico El informe ‘No más redes fantasma: la forma más letal de basura plástica en el océano’, realizado por Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), señala que esta arma mortal abunda en los mares, pero los gobiernos y empresas no le han prestado suficiente atención. De hecho, el reporte muestra que las especies afectadas por el enredo debido a este tipo de redes o la ingestión de residuos plásticos se ha duplicado desde 1997, pasando de 267 a 557 especies.
Las redes fantasma afectan al 100 por ciento de las tortugas marinas. Foto: Antonio Busiello - WWF-US La publicación asegura que para combatir este problema mundial de contaminación por residuos plásticos es urgente que se realicen esfuerzos contra los equipos fantasma, además de generar programas que establezcan cómo disponer las redes que están próximas a terminar su ciclo de vida. Le sugerimos: Parques Naturales libres de plástico, una tendencia en América Latina “Si bien las consecuencias de los residuos plásticos finalmente están comenzando a recibir la atención que merecen, todavía hay muy poca conciencia sobre el impacto de los equipos fantasma. Es urgente que esto cambie porque matan ballenas, delfines, focas, aves marinas, tortugas y tiburones y dañan hábitats oceánicas fundamentales para nuestra supervivencia. Este informe revela el trágico impacto y la escala de este asesino del océano, y cómo se vincula a las prácticas de los pescadores y la industria pesquera. Además, deja muy claro que el marco legal actual sobre la contaminación plástica marina y los equipos fantasma está fragmentado y es ineficaz”, manifestó, Marco Lambertini, director general de WWF Internacional.
Se estima que al menos el 10 por ciento de la basura marina se compone de residuos de la pesca. Foto: Ocean Voyage Institute. Redes fantasma, el asesino del océano Los artes de pesca abandonados, perdidos o descartados son un derivado de la pesca mundial, que muchas veces no se considera como parte del problema global de la contaminación plástica. Incluso muchos pescadores, a pesar de su experiencia en el mar, desconocen los efectos nocivos de las redes fantasma que se pierden cada temporada. De hecho el informe de WWF, explica que: “se estima que al menos el 10 por ciento de la basura marina se compone de residuos de la pesca, lo que significa entre 500.000 y 1 millón de toneladas de artes de pesca están probablemente entrando en el océano cada año. La magnitud de los aparejos de pesca perdidos cada año es asombrosa, se estima que 38.525 toneladas de redes de enmalle se pierden anualmente en Corea del Sur y hasta el 5 por ciento de 30.000 dispositivos de agregación de peces son abandonados a la deriva cada año en el Océano Pacífico Occidental y Central”. Le sugerimos: Descubren especie en las profundidades el océano con particulas de plástico en su organismo Además, la pérdida o abandono de artes de pesca como resultado de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU, por las siglas en inglés) contribuye en cantidades considerables al problema de las redes fantasma, ya que los pescadores ilegales abandonan o descartan las artes de pesca para ocultar sus actividades. Está pérdida de equipos se suma a la creciente masa de plásticos que ingresan a nuestro océano cada año. De hecho, en el giro del Pacífico Norte, cabos y cuerdas provenientes de la pesca y el transporte marítimo representan el 46 por ciento de las 45.000 a 129.000 toneladas de plástico que flotan en el área. “Si bien una gran cantidad de equipos de pesca está diseñada para atacar específicamente a sus especies objetivo, estos también pueden capturar animales indiscriminadamente después de perderse. En el mar de los Salish, se ha documentado más de 260 especies únicas, incluidos mamíferos marinos, aves, peces protegidos e invertebrados de valor comercial, han quedado enredadas y han muerto atrapadas en redes de enmalle de salmón pérdidas”, dice el informe en otro de sus apartes. El documento de WWF remarca que el enredo producido por los desechos plásticos en el mar son una amenaza para al menos 243 especies marinas. Aunque las redes pueden afectar a diferentes especies de mamíferos, parece ser que los leones marinos y las focas son los más susceptibles. “En Australia, por ejemplo, se estima que 1.500 leones marinos australianos mueren anualmente al enredarse con redes de enmalle debido a la superposición entre las áreas de pesca de tiburones y las áreas donde los leones marinos se alimentan. Esta susceptibilidad puede deberse a su naturaleza exploratoria, particularmente en ejemplares jóvenes cuando juegan, o debido a que se encuentran con tales desperdicios en la costa”. Le puede interesar: Cada semana los humanos ingieren el plástico equivalente a una tarjeta de crédito El informe además presenta algunas cifras que muestran la dimensión del problema: Cada año en el mundo se pierde, abandona o tira al mar el 6 por ciento de todas las redes de pesca usadas, en 8,6 por ciento de las trampas y nasas (métodos para la pesca) y el 29 por ciento de todas las líneas de pesca. Las redes de pesca ilegales y abandonadas en el Golfo de California, México, han llevado a la vaquita marina al borde de la extinción. Solo quedan alrededor de 10 individuos. Las redes fantasma dañan hábitats marinos, como los corales y la vegetación y provocan acumulación de sedimentos. También impiden que las especies accedan a los ecosistemas. Estos equipos abandonados tienen impactos económicos negativos para los pescadores, que pierden sus equipos, y las comunidades, al disminuir las poblaciones de peces comerciales y el turismo. Más del 90 por ciento de los peces capturados en estas redes son de valor comercial, es decir, podrían comercializarse en los mercados para luego ser consumidos.
Al presentar el informe, WWF hace un llamado a los gobiernos y empresas para que adopten el tratado global de la ONU sobre la contaminación plástica que establezca objetivos globales de carácter obligatorio, y que pueda ayudar a impulsar a una regulación local fuerte para prevenir el impacto de los equipos fantasma. La organización invita a los países a unirse a la Iniciativa Redes Fantasma Globales (Global Ghost Gear), una alianza mundial entre la industria pesquera, el sector privado, las empresas, las organizaciones, la academia y los gobiernos que busca dar solución a este problema. Casi dos millones de personas se unieron a una petición que pide a los gobiernos tomar medidas urgentes para solucionar la contaminación de los océanos con residuos plásticos. Además WWF invita a las personas a que sumen su voz en la iniciativa ¿Qué puedo hacer para solucionarlo? y que apoyen la campaña subiendo una foto o un video de una especie marina en redes sociales con un hashtag grande (#) encima y que esta vaya acompañada de la etiqueta #StopGhostGear o #NoMásRedesFantasma.