El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México publicó recientemente un informe en el que se relacionan las 50 ciudades más peligrosas en el mundo, entre las que se encuentran seis capitales de Colombia.

De acuerdo con el listado encabezado por Colima, ubicada en México, con una tasa de homicidios de 181,94 personas por cada 100 mil habitantes, se encuentran, Cali, Santa Marta, Buenaventura, Cartagena, Palmira y Cúcuta.

En el caso de Cali, el informe señala que es la más violenta de Colombia, ubicándose en el puesto 32 del ranking mundial, con una tasa de homicidios de 42 por cada 100.000 habitantes. El documento señala que en la capital del Valle del Cauca, que tiene 2.508.653 habitantes, se cometieron 982 asesinatos durante el año 2022.

El estudio también revela que Santa Marta aparece en el puesto 37 con una tasa de asesinatos de 39,28, con una población de casi 600.000 habitantes. Aunque se registró una cantidad de asesinatos significativamente menor a la de Cali (un total de 280), su tasa de homicidios es bastante cercana debido a su población de 712.000 habitantes.

La tercera ciudad colombiana con más crímenes es el puerto de Buenaventura, en el Valle del Cauca, con una tasa de 35,16, al reportar 111 muertos en una población de unas 315.000 personas. Está ubicada en el puesto 43 a nivel mundial.

En el cuarto lugar aparece Cartagena, que con 1.278.829 habitantes, durante 2022 registró 403 homicidios para una tasa de 31,29 homicidios. Según el ranking del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México aparece en el puesto 47.

En el caso de Cali, el informe señala que es la más violenta de Colombia, ubicándose en el puesto 32 del ranking mundial, con una tasa de homicidios de 42 por cada 100.000 habitantes. | Foto: Cortesía Alcaldía de Cali

Otro municipio que aparece en el listado es Palmira, también en el Valle de Cauca, que con una población de 358.000, se ubicó en el puesto 498, con 110 homicidios y una tasa de 30,66.

Finalmente, en ese ranking de las 50 ciudades más peligrosas del mundo se encuentra Cúcuta, que con una tasa de homicidios del 29,47, cobró la vida de 303 personas. Aparece en el informe en el puesto 49.

Otras ciudades

En el listado aparecen en los primeros lugares ciudades mexicanas como Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya y Urapán.

De las 50 que aparecen en el listado, solamente cuatro están por fuera de América, las cuales están ubicadas en Sudáfrica.

Igualmente, el informe detalla que de estas 13 no son latinoamericanas. Estados Unidos es el país que más ciudades peligrosas aportó a la lista, con siete.

Santa Marta, con una tasa de asesinatos de 39,28, aparece en el puesto 37. | Foto: Getty Images

Finalmente, el país suramericano que más ciudades peligrosas tiene en la lista es Brasil, con 10 y el segundo México con 17.

En el listado se encuentran en su orden: Colima, Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Uruapan (México); Nueva Orleans (Estados Unidos); Ciudad Juárez, Acapulco (México); Mossoró (Brasil); Ciudad del Cabo (Sudáfrica); Irapuato y Cuernavaca (México).

Así mismo, Durban (Sudáfrica); Kingston (Jamaica); Baltimore (Estados Unidos); Nelson Mandela Bay (Sudáfrica); Salvador (Brasil); Puerto Príncipe (Haití); Manaos y Feira de Santana (Brasil); Detroit (Estados Unidos); Guayaquil (Ecuador); Memphis (Estados Unidos); Vitória da Conquista (Brasil); Cleveland (Estados Unidos), y Natal (Brasil).

Igualmente, Cancún y Chihuahua (México); Fortaleza (Brasil); Cali (Colombia); Morelia (México); Johannesburgo (Sudáfrica); Recife y Maceió (Brasil); Santa Marta (Colombia); León (México); Milwaukee (Estados Unidos); Teresina (Brasil); San Juan (Puerto Rico), y San Pedro Sula (Honduras).

Finalmente, Buenaventura (Colombia); Ensenada (México); Distrito Central (Honduras); Filadelfia (Estados Unidos); Cartagena, Palmira y Cúcuta (Colombia), y San Luis Potosí (México).

Buenaventura, en el Valle del Cauca, con una tasa de 35,16, al reportar 111 muertos en una población de unas 315.000 personas, está ubicada en el puesto 43 a nivel mundial.

Estructuras criminales, cada vez más organizadas, principales factores: Hugo Acero

Al ser consultado sobre la inclusión de seis ciudades colombianas en ese listado, el experto en seguridad Hugo Acero señaló a SEMANA que “desde comienzos de este siglo Colombia pasó de ser productor y exportador de cocaína y marihuana a convertirse, también, en un país consumidor a través del microtráfico”.

Señaló que este negocio es “controlado por estructuras criminales organizadas que se han diversificado con otras actividades que afectan de manera grave la seguridad de los ciudadanos, como extorsión, trata de personas, comercio de armas, sicariato, préstamos gota a gota, minería ilegal, amenazas, contrabando, blanqueo de recursos, entre otras actividades criminales”.

Aseguró que esas organizaciones de “crimen organizado han transformado a los distintos grupos delincuenciales locales y están presentes en la mayoría de ciudades, municipios y regiones del país”.

“La Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación han identificado más de dos mil grupos delincuenciales organizados que operan a lo largo y ancho del país, en su gran mayoría a nivel urbano”, indicó.

“Adicionalmente, se conocen alianzas con grupos armados, narcotraficantes y otros grupos delictivos organizados (Clan del Golfo, disidencias, ELN, entre otros), outsourcing criminal con incidencia en el homicidio e incremento de delitos a partir de disputas por el “control” poblacional y territorial por manejo de las distintas rentas”.

Acero señaló que estas están relacionadas con “narcotráfico, microtráfico, hurtos de celulares, automotores, extorsión, préstamos, gota a gota, venta y alquiler de armas de fuego, trata de personas, etc.”.

Añadió que esta “delincuencia organizada con su accionar ha logrado controlar territorios y comunidades, gobernanza criminal que se ejerce con poco personal, a punta de violencia focalizada y ejemplarizante e involucrando a menores y adultos mayores en sus actividades criminales”.

Finalmente, dijo que la acción de estas “organizaciones criminales cada vez más organizadas, deteriora de manera grave la seguridad y la convivencia de los ciudadanos, afecta los derechos humanos y, en concreto, el derecho a la vida, la integridad personal, la libertad de tránsito y al disfrute del patrimonio”.