* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana. Todos los días, el río Bogotá recibe aproximadamente 690 toneladas de carga contaminante por parte de los habitantes de la capital del país, vertimientos procedentes de las viviendas e industrias que hacen convulsionar al río sagrado de los muiscas. Estas inyecciones tóxicas le ingresan por los ríos Tunjuelo, Fucha, Salitre y Torca, cuerpos de agua igual de lastimados que recogen las desgracias de la población. En 2019, estos afluentes le entregaron al Bogotá 118.561 toneladas de sólidos suspendidos, desechos que en 2018 no superaron las 87.000 toneladas. Le puede interesar: Cómo los ríos urbanos convirtieron un agua sagrada en cloaca Los 73 kilómetros que conforman al río Tunjuelo, el más extenso de la capital, son los más impactados por el comportamiento ciudadano. Aunque nace cristalino en el páramo de Sumapaz, su magia natural palidece cuando ingresa a la localidad de Usme.
Así luce el río Bogotá en su paso por la capital del país. Foto: Jhon Barros. Este afluente recibe certeros golpes a lo largo de su trayecto, siendo los más críticos el frente de explotación minera en Ciudad Bolívar, el Relleno Sanitario Doña Juana, el sector de las curtiembres de San Benito y los frigoríficos de la Autopista Sur, donde una mezcolanza de materia orgánica, basuras, fósforo, nitrógeno y coliformes fecales le dan una estocada final. Solo uno de los cuatro tramos del Tunjuelo cuenta con una calidad hídrica buena, cerca de su nacimiento. Los demás presentan aguas catalogadas como pobres y marginales por la sobredosis de vertimientos de las viviendas e industrias. En 2019, este afluente le desembocó al río Bogotá 66.101 toneladas de sólidos suspendidos.
El Tunjuelo es el afluente urbano más contaminado en Bogotá. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz. Para dar solución a la problemática ambiental que tiene en vilo al río Tunjuelo, el Distrito realiza constantes operativos de control y monitoreo a los sitios más neurálgicos, como los frigoríficos del sector de Guadalupe en la localidad de Kennedy, donde sus aguas se tiñen de rojo y gris por los vertimientos contaminantes de estos negocios. Le puede interesar: Bogotanos arrojan colchones, muebles y llantas en ríos y humedales En un operativo conjunto realizado entre varias entidades distritales e instituciones, la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) verificó el cumplimiento de las medidas preventivas impuestas a algunos establecimientos comerciales por realizar inadecuados vertimientos y disposición de residuos. Un total de 20 establecimientos estaban generando vertimientos directos al río Tunjuelo, razón por la cual la SDA enviará el caso a la Fiscalía General de la Nación para que adelante la investigación por presunta contaminación de los recursos naturales.
El Distrito no ha logrado solucionar la contaminación aportada por los frigoríficos de la Autopista Sur. Foto: SDA. “Elaboraremos los respectivos informes sobre la visita para enviar una copia a la Fiscalía, esto con el propósito de que este ente verifique la responsabilidad de las personas en la contaminación de los recursos naturales, como el agua y suelo, dijo Camilo Rincón, director de control ambiental de la Secretaría de Ambiente. Durante el operativo, la SDA le hizo seguimiento a 11 locales que contaban con medidas preventivas anteriores, algunos de los cuales violaron los sellos. “Esto se convierte en un delito y será un agravante para el proceso sancionatorio que cursa en la entidad”, expresó el funcionario. De la mano con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), la autoridad ambiental revisó las cajas de inspección externas de estos locales, encontrando evidencias de descargas continuas y presencia de tejidos animales y sustancias sin previo tratamiento.
El río Tunjuelor recibe los vertimientos de los locales de venta de carne en el sector Guadalupe. Foto: SDA. “Una vez se pueda determinar la responsabilidad de las personas que ejercen las actividades en el territorio distrital y que están contaminando las fuentes hídricas, donde en el sector de Guadalupe el más afectado es el río Tunjuelo, impondremos todas las medidas legales que tengan lugar”, explicó Rincón. Le puede interesar: Ponen en cintura obras del Acueducto en el humedal Jaboque La Secretaría de Ambiente también encontró que algunos de los establecimientos que fueron objeto de la imposición de medidas preventivas, habían cambiado su razón social. “Estamos haciendo seguimiento a las medidas preventivas que se impusieron desde 2016 a una serie de establecimientos de comercio que están realizando venta de cárnicos al público en general”. La entidad continuará visitando los predios del sector Guadalupe. "Quienes cumplan pueden estar tranquilos, los que incumplan pueden estar seguros de que la Secretaría impondrá las medidas y hará las denuncias ante la Fiscalía General de la Nación”, puntualizó el director de control ambiental.
Los locales de venta de carne del sector Guadalupe son críticos para el río Tunjuelo. Foto: SDA.