La Nasa ha tenido grandes éxitos en los últimos días. Desviar la trayectoria de un asteroide con un impacto generado por una nave enviada desde la Tierra, lanzamientos perfectos y conclusión de misiones con astronautas son algunas de ellas.
Ahora se conoce que, en el desierto de Nuevo México, están creando naves que pueden llegar a resistir impactos de meteoritos, uno de los grandes problemas que tienen estos artefactos cuando van al espacio.
Para lograr hacer naves más resistentes a estos impactos, los cuales dañan los artefactos espaciales que se lanzan en misiones, hacen pruebas especiales en cámaras de hipervelocidad. Allí disparan a altas velocidades algo similar a un pequeño meteorito que se encuentra en el espacio, lo hacen chocar contra los metales con los que están construidas las naves de la Nasa y de esta manera pueden revelar el daño que pueden causar.
Gracias a estas pruebas, pueden seguir construyendo materiales mucho más resistentes para que en el espacio los astronautas puedan estar seguros en sus misiones. En un corto video, la Nasa explicó el procedimiento, donde además dejó ver imágenes impresionantes en alta definición de las pruebas que realizan diariamente.
Más naves novedosas de la Nasa
Una versión reducida del aerobot que algún día podría surcar los cielos de Venus, completo con éxito dos vuelos de prueba en el desierto de Nevada, lo que marca un hito para el proyecto.
La intensa presión, el calor y los gases corrosivos de la superficie de Venus son suficientes para desactivar incluso la nave espacial más robusta en cuestión de horas. Pero a unos pocas docenas de kilómetros por encima, la espesa atmósfera es mucho más hospitalaria para la exploración robótica.
Un concepto de misión prevé emparejar un globo con un orbitador de Venus, los dos trabajando en conjunto para estudiar el planeta hermano de la Tierra. Mientras que el orbitador permanecería muy por encima de la atmósfera, tomando medidas científicas y sirviendo como un relé de comunicación, un globo robótico aéreo, o aerobot, de unos 12 metros de diámetro viajaría hacia él.
Para probar este concepto, un equipo de científicos e ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa y Near Space Corporation, realizó recientemente dos vuelos exitosos de un globo prototipo que tiene aproximadamente un tercio de ese tamaño.
El reluciente globo plateado ascendió más de un kilómetro sobre el Desierto Black Rock de Nevada hasta una región de la atmósfera terrestre que se aproxima a la temperatura y densidad que experimentaría el aerobot a unos 55 kilómetros sobre Venus.
Coordinadas por Near Space, estas pruebas representan un hito en la prueba de la idoneidad del concepto para acceder a una región de la atmósfera de Venus demasiado baja para que la alcancen los orbitadores, pero donde una misión de globo podría operar durante semanas o incluso meses.
“Estamos muy contentos con el rendimiento del prototipo. Fue lanzado, demostró maniobras de altitud controlada y se recuperó en buenas condiciones después de ambos vuelos”, dijo el tecnólogo en robótica Jacob Izraelevitz, quien lidera el desarrollo del globo como investigador principal de las pruebas de vuelo del JPL. “Hemos registrado una montaña de datos de estos vuelos y esperamos usarlos para mejorar nuestros modelos de simulación antes de explorar nuestro planeta hermano”.
*Con información de Europa Press.